BUENOS AAIRES-. El Gobierno decidió sostener al secretario de Energía, Javier Iguacel. Pese a que en las últimas horas empezaron a correr versiones sobre su posible alejamiento, fuentes de la Jefatura de Gabinete confirmaron a iProfesional la continuidad del funcionario que quedó en el ojo de la tormenta por el pago retroactivo de las tarifas de gas, una medida en la que finalmente hoy el oficialismo dio marcha atrás. “Confirmado, se queda”, señalaron desde la Casa Rosada.
Iguacel fue el peor día desde que llegó a Energía, una secretaría dependiente del Ministerio de Hacienda. Tanto en su área como en el Ministerio de Interior, a cargo de Rogelio Frigerio, no descartaban hoy su eventual renuncia. “Todo es posible”, dijeron más temprano algunos hombres de la secretaría de Energía y de Interior. Frigerio fue quien se puso al hombro las gestiones para encarrilar la crisis al abrir negociaciones con los jefes de Cambiemos y de la oposición en el Senado.
El funcionario les aseguró a los senadores del oficialismo que el Ejecutivo se hará cargo del aumento adicional retroactivo de la tarifa del gas. El ministro comunicó este miércoles que el aumento no se cobrará a los usuarios sino que el Gobierno lo pagará en cuotas. Aún no está claro en cuántas. Algunos dirigentes hablaron de 24 y otros de 30. Desde la Secretaría de Energía aseguraron que ese detalle aún no está resuelto. Las empresas también harán su aporte.
El ministro de Interior no fue el único al frente de las negociaciones. Con la UCR también dialogó el jefe de Gabinete Marcos Peña y el titular de Hacienda, Nicolás Dujovne, quien se encuentra en Asia en una cumbre del FMI. Dujovne habría sido sorprendido por la resolución de Iguacel que desencadenó la mayor crisis política desde el bloqueo opositor previo al aumento de tarifas. Al menos su firma no aparece en la resolución 20/2018 que definió un nuevo aumento de la tarifa en 24 cuotas.
Desde su publicación el viernes pasado, el rechazo a la medida se convirtió en una bola de nieve a la que se sumó la oposición, la CGT y los industriales. Hasta que ayer la bomba terminó de estallar dentro de la alianza gobernante, con la reacción del radicalismo que encabezó la estocada final. El rechazo provino de los gobernadores de Mendoza, Alfredo Cornejo –referente nacional de la UCR- el de Jujuy, Gerardo Morales, y el senador por Santa Cruz, el correligionario Eduardo Costa.
La interna caló tan hondo que luego de que Frigerio desfilara este miércoles por el Senado, el Gobierno definió dar de baja la medida inicial. Aún no está claro su impacto. Pero como en otras ocasiones, el ala política del macrismo se lanzó con todo a desactivar una derrota segura en el Congreso. Y también al menos por ahora decidió proteger a Iguacel, el principal contacto del Ejecutivo con las petroleras.
El secretario de Energía en primera persona confirmó en la tarde de este miércoles que el Gobierno buscará "negociar" con las empresas de gas para pagar los efectos de la devaluación en "mucho más de 24 cuotas" y con "un año de plazo" para comenzar a desembolsar el dinero.
"Esto permite continuar con las inversiones, respetar los contratos existentes y que también haya algún cambio reglamentario para que esto no vuelva a suceder", manifestó el funcionario nacional.
En diálogo con periodistas en la Casa Rosada, el integrante del Ministerio de Hacienda recordó que el Estado tiene "restricciones presupuestarias" para hacer frente al reclamo de las firmas y subrayó que intentarán que haya "por lo menos un año de plazo y cuotas, que seguramente van a ser más de 24".
Asimismo, Iguacel desestimó la posibilidad de renunciar tras las críticas recibidas de distintos sectores: "De ninguna manera.
En absoluto. No sólo no lo evalué, ni el Presidente me lo pidió, sino que lo que hicimos fue ponernos a trabajar".
Por otra parte, el titular de la cartera energética negó las versiones que indicaron que se encontraba al borde de la renuncia.
