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EL EFECTO DE LA PRESION POPULAR

Mendoza derogó la ley de minería

Mediante una sesión que fue convocada por el mismo gobernador de la provincia, Rodolfo Suárez, la Legislatura mendocina dejó sin efecto la ley 9209 y restauró la vigencia de la 7722. La norma que permitía el uso de tóxicos para megaminería, duró una semana de vigencia.

Mendoza derogó la ley de minería

MENDOZA.- Como lo es el agua para la provincia, la sombra era un bien preciado en el histórico y ardiente mediodía mendocino. Muchos manifestantes se refugiaban bajo los árboles de la Plaza Independencia y se mojaban con el agua de una fuente mientras otros aguantaban el sol que hervía cabezas sobre la calle Patricias, cortada por los manifestantes. Primero, el Senado aprobó la derogación con 34 votos a favor y 2 en contra. Después, ya en Diputados, y tras menos de dos horas de debate, con 43 votos positivos, 4 negativos y un ausente, el proyecto quedó sancionado. Se había completado el trámite express para lograr la derogación.

Fue entonces cuando alguien con un micrófono gritó que la Legislatura había derogado la Ley 9209 y, así, restaurado la vigencia de la 7722, lo que implica la marcha atrás de la megaminería contaminante en la provincia y un triunfo del pueblo, que se reconoce dentro de un nuevo “Mendozazo”. Cientos de personas corrieron desde sus refugios de sombra para abrazarse, besarse, aplaudir, gritar, llorar, bailar, festejar. Una sonrisa se dibujaba en cada rostro cuando cantaron, como lo vienen haciendo hace más de una semana, que “el agua de Mendoza no se negocia”, que “el pueblo unido jamás será vencido” y “la cordillera, qué linda está, y si la tocan qué kilombo se va a armar”.

La convocatoria era plural

Había docentes con guardapolvo encolumnados en el Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE). Representantes de la comunidad huarpe con wiphalas. Activistas históricos. Sanjuaninos de Jáchal --el pueblo castigado por las consecuencias de la megaminería-- que vinieron a cargarse de esperanza. Bolivianos, con sus banderas, que vendían lechuga, ajo y cebolla de las chacras propias o ajenas en las que trabajan y que sostenían que “sin agua no se puede producir ningún producto”. Un grupo de exreinas de la Vendimia que se tomó una foto con una gran bandera argentina. Desde bebés hasta adultos, pasando por distintas clases sociales. Muchos jóvenes. A diferencia del “Banderazo” del domingo, en el que por lo que contó un manifestante no se permitían identificaciones partidarias, esta vez hubo presencia de partidos y agrupaciones, como la Corriente Clasista y Combativa, el Frente de Izquierda (estaba el diputado Nicolás del Caño), Frente de Organizaciones en Lucha y Movimiento Evita.

La espera bajo el sol, la sesión en los parlantes

La multitud se reunió cerca de las 9 para esperar en las puertas de la Legislatura mendocina el tratamiento de la derogación de la Ley 9209, popularmente conocida como “ley cianuro”, ya que ésta es una de las sustancias químicas que permitía en la actividad minera, como el ácido sulfúrico. En una sesión extraordinaria y sobre tablas convocada por el gobernador Rodolfo Suárez --quien el viernes anunció la derogación-- votaron primero los Senadores. Hubo 36 votos a favor y dos en contra, los de Gladys Ruiz (UCR) e Hilda Quiroga (PJ), ambas de Malargüe, ciudad atravesada por la presión que las mineras ejercen para que quede excluida de los alcances de la 7722.

En la votación en Diputados el proyecto se aprobó por amplia mayoría, con el rechazo de Guillermo Mosso (PD), Josefina Canale (PDP), Hebe Casado y Gustavo Cairo (PRO) y una ausencia (Ana María Andía, UCR).

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