PROVINCIALES

PUERTO ALMANZA

Cobran $2500 por un plato de centolla

Degustar una de las exquiciteces de Tierra del Fuego cuesta, en Puerto Almanza, unos 2.500/3.000 pesos por plato. A pesar de ese valor, los turistas lo eligen y hasta se quedan en el lugar que tiene unos 120 habitantes y no cuenta ni con telefonía celular y mucho menos con internet.

El plato de centolla en Almanza alcanza los $2.500 p/p.
El plato de centolla en Almanza alcanza los $2.500 p/p.

TIERRA DEL FUEGO.- El pueblo de Puerto Almanza, una de las joyas ocultas de Tierra del Fuego, es uno de los lugares más elegidos por los turistas para probar un plato de centolla.

El crustáceo se pesca en el canal de Beagle y los comensales pueden elegir cuál quieren comer de una pecera disponible en los restaurantes.

El animal puede pesar hasta tres kilos y su costo va de los 2.500 a los 3.000 pesos, cifra que "no es cara considerando su carácter exótico y típico en la ciudad", según lo expresado por el cronista de Cadena 3, Sebastián Peri Robledo.

Puerto Almanza es un lugar de privilegio para probar esta comida debido a su ubicación geográfica, cinco kilómetros al este de Ushuaia y muy cerca de la costa atlántica.

Los turistas más valientes se atreven a quedarse unos días en el pueblo, que tiene apenas 120 habitantes y no cuenta con servicios de telefonía celular ni internet, exceptuando la escuela local.

El turismo en Ushuaia creció en esta temporada gracias a la ampliación realizada en su puerto principal. Las autoridades prevén que 180 mil personas visiten la ciudad más austral del planeta en este verano.

Foto: Federico Quintana

El paraíso escondido

Puerto Almanza se ubica a unos 75 kilómetros de Ushuaia, en la bahía Almirante Brown sobre las costas del Canal de Beagle, un paseo bien lejos del ruido de la ciudad para probar la cocina local en una aldea de pescadores.

Se trata de un puñado de casas de madera y chapa de colores, bien pegadas a las costas del canal, cuyos dueños son pescadores dedicados a la recolección y cultivo de frutos de mar. Están ahí, en el extremo del mundo, a poca distancia de la conocida estancia Harberton, y luchan contra el clima adverso del canal, especialmente en los meses más fríos, cuando la población pasa de 200 a unas 70 personas permanentes.

Ventajas

En el lugar, el agua es pura ya que está alejada de los desechos contaminantes de las industrias les da centolla, centollón, cholgas, mejillones y otros mariscos de excelente calidad. Dicen los pescadores locales que en estas aguas, los mejillones, por ejemplo, crecen incluso en invierno, y que tienen abundante alimento pues el canal forma hacia el este un embudo donde la corriente inyecta una masa sustanciosa de fitoplancton. Los que aquí viven aprovecharon las concesiones otorgadas por el gobierno para el desarrollo de actividades vinculadas a la pesca.

Foto: Federico Quintana

Vecinos

Sólo 4 km en línea recta separan este pequeño puerto pesquero de la Isla Navarino. Chilena, del otro lado del canal, aloja Puerto Williams y sus famosos Dientes de Navarino que se disputa con Ushuaia el título de la ciudad más austral del mundo. Tan cerca estamos de Chile, que basta desandar la ruta que nos acerca a Almanza para recibir el mensaje de la compañía de teléfono celular indicando el servicio de roaming.

Punto estratégico, en Almanza hay destacamento de la Prefectura Naval y delegación de la Armada Argentina, y todavía se puede observar a un lado del camino la artillería preparada en los años 80 durante el conflicto limítrofe con el país vecino por las islas Picton, Nueva y Lennox.

Escuela

Para que siete alumnos puedan estudiar en la localidad, recientemente se inauguró la escuela llamada "44 Héroes del Submarino ARA San Juan", en homenaje a los tripulantes del submarino que había navegado las aguas del canal frente a Puerto Almanza poco antes de su desaparición.

Paisaje

Mirando al mar, el paisaje está dominado por los acantilados del frontón Gable, cuyo frente blancuzco trabajado por el agua y facetas triangulares semejan capillas. El sol de la tarde pinta unas increíbles franjas iluminadas en cielo y mar, y la decena de barcos de pescadores que flotan en la bahía que pertenecen a los pescadores artesanales, brillan de un amarillo intenso. En la costa, sus jaulas de centolla esperan la próxima salida.

Fuente de la Información: Cadena3 / La Nación

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