Las bajas en la Tarjeta Social desnudan falencias en los métodos de control

El reclamo de asistencia en oficinas municipales de una treintena de beneficiarios de la Tarjeta Social desnudó una situación mucho más grave, que tiene que ver la falta de controles y que termina perjudicando a muchas familias que verdaderamente requerían de asistencia.

Además, y como si esto no fuera suficiente, las propias autoridades provinciales confirmaron que son al menos 400 las personas que dejaron de percibir la asistencia que brinda el Gobierno provincial y que es muy probable que muchas de esas personas aún requieran del beneficio.

La subsecretaria de Familia, Virginia di Gregorio, aclaró que los beneficiarios de la Tarjeta Social dados de baja datan del año 2005, pero que no obstante “si hay alguna familia que no ha podido superar su emergencia alimentaria o ha vuelto a necesitarla, deben presentar la certificación negativa de ANSES e inmediatamente se les restituirá la tarjeta”.

“La Tarjeta Social tienen como objetivo superar emergencias alimentarias y que no es posible comprar medicamentos”, señaló la funcionaria, remarcando que “damos por entendido que, con nueve años de tarjeta, está más que cubierta cualquier emergencia”.

“Creemos que una tarjeta social de nueve años ha dado oportunidad a familias de regularizar su situación, y en esta oportunidad notamos que hay personas que figuran en la ANSES con algún trabajo”, añadió.

“Si dentro de las 400 bajas que hemos dado hay alguna familia que no ha podido superar su emergencia alimentaria o ha vuelto a necesitarla, deben presentar la certificación negativa de ANSES e inmediatamente se restituye la tarjeta”, reiteró De Gregorio.

Críticas desde el Municipio

La secretaria de Asuntos Sociales del Municipio de Río Grande, profesora Gabriela Castillo, se refirió sobre la cuestión y precisó que “entendemos que no debió ser baja ninguna familia sin una evaluación de un trabajador social” y agregó que “la Tarjeta Social es solo un punto, podría citar otros casos como en el hospital donde ha dejado de darse la asistencia de medicamentos cuando son costosos, con lo cual esas familias también vienen al municipio en busca de esta ayuda”.

Relató que “entre las últimas horas del jueves y el día viernes atendimos 30 familias. Hoy está comenzando el día de trabajo y seguramente se irán sumando otras familias. No sabemos en realidad cuántas de ellas están en esta situación”.

Según contó Gabriela Castillo, “particularmente (las familias afectadas) manifiestan que han sido dados de baja porque ya hacía mucho tiempo que estaban siendo asistidos por el Gobierno de la provincia y porque hay mucha demanda de otras personas que todavía no habían recibido asistencia, entonces han decidido bajar a la gente que ha sido más tiempo asistida para poder darle lugar a las nuevas familias asistidas”.

En este sentido entendió que “una familia debe ser evaluada para ver si ha solucionado el problema que dio origen a esa asistencia y eso no ha sucedido en esta situación. Las familias han sido de baja porque hacía mucho tiempo que eran asistidas”.