PROVINCIALES

TRAVESIA DE LA VIRGEN DE MALVINAS

Los Veteranos de Guerra, protagonistas en el recibimiento de la Virgen

Veteranos de Guerra de Malvinas de Río Gallegos y de Río Grande, participan de la travesía que realiza la Virgen de Luján. En el BIM 5 coincidieron en la emoción que les genera que la Virgen de Malvinas esté en suelo fueguino.

Fernando Alturria, presidente del Centro de Veteranos de Guerra del Malvinas de Rio Gallegos.
Fernando Alturria, presidente del Centro de Veteranos de Guerra del Malvinas de Rio Gallegos.

RIO GRANDE.- Fernando Alturria, presidente del Centro de Veteranos de Guerra de Malvinas de Río Gallegos acompañó la travesía de la Virgen de Luján desde su ciudad hasta Río Grande. Al arribar al BIM 5 señaló que “es un regalo de la virgen María que me trajo acá y estoy muy feliz”
El Veteranos de guerra contó su experiencia y dijo “ es mucha emoción, es una felicidad terrible poder acompañar a María desde que entró a la provincia de Santa Cruz y todas las localidades donde hay veteranos de Malvinas".
Agregó también que “ es una emoción desde que empezamos a planificar esto. Desde todo lo que se nos dio. Porque nos pasaron cosas que ella nos llevó a distintos lugares donde no teníamos planificado estar. Es una felicidad terrible estar compartiendo estas dos semanas con María y estar en esta unidad, en esta cuna de héroes. Es muy emocionante compartir con los veteranos”.
Consultado sobre que la hayan repatriado añadió que “gracias a mucha gente volver es un emoción muy grande, un significado. María es un símbolo de esperanza, esa esperanza que necesitamos tener en las islas cada uno. Hasta el menos creyente en algún momento le habrá rezado".

Raúl Villafañe, presidente del Centro de Veteranos de Guerra de Malvinas de Río Grande.

Raúl Villafañe, presidente del Centro de Veteranos de Guerra de Río Grande

Por su parte, el presidente del Centro de Veteranos de Guerra de Malvinas de Río Grande, también fue partícipe en el recibimiento de la Virgen. “Es una deuda pendiente, era una caricia al corazón ya que nosotros en Rio Grande al participar en el batallón estuvimos en lugares donde combatíamos y tuvimos entre medio de los combates misa, y estuvimos con la virgen. Todos le lloramos, le pedimos y le suplicábamos para que nos cuide. Hoy la podemos acariciar y acompañar y es algo hermoso”.
Añadió que también “era una compañera de guerra, era de pedirle todas las noches para que nos
acompañe y así fue”, concluyó.

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