BUENOS AIRES.- El gobierno logró suspender el consenso fiscal -que promete un alivio fiscal a las provincias de $60 mil millones- , detalló los alcances económicos del proyecto de solidaridad y reactivación económica -que en una medida polémica suspende el cálculo del aumento jubilatorio y autoriza al Ejecutivo a definir nuevas subas- y, en paralelo, negocia con los bloques opositores la sanción de este paquete de leyes fundamental para intentar detener la caída de la economía.
Casa Rosada fue un ir y venir de gobernadores: convocados hacia el mediodía para firmar la adenda al consenso fiscal -implementado en 2018 para bajar impuestos como sellos e ingresos brutos-, que todos -menos el fueguino Gustavo Melella, ausente por su propia asunción al mando de la provincia patagónica pero que tampoco se opondrá a la medida- acordaron en una reunión celebrada en el Salón Eva Perón que terminó con foto familiar en el Salón Blanco.
La medida
El acuerdo suspende las rebajas previstas y autoriza a las provincias para que utilicen las alícuotas máximas que se establecían para impuestos provinciales al año 2019, como Ingresos Brutos o Inmobiliarios. Esta medida representará aproximadamente un alivio fiscal de $60 mil millones para las 23 provincias y la Ciudad Autónoma. Y, con el compromiso que las provincias bajen los juicios iniciados contra Nación, se crea una Comisión de Evaluación del Impacto de la reducción del IVA y de Ganancias sobre la canasta básica de alimentos que había dispuesto Juntos por el Cambio y despertó las críticas por una poda en los recursos distritales.
Plan contra el hambre
Las expectativas oficiales están puestas ahora en el debate en el Congreso del paquete de leyes económicas. El viernes se presentará la primera parte del Plan contra el Hambre que prevé la entrega de tarjetas alimentarias para beneficiarios de AUH y programas sociales. Ese día se canceló la primer reunión de gabinete federal en Concordia, una de las ciudades más castigadas por la pobreza. Esa cita quedará para las próximas semanas, según contaban en el oficialismo, donde esperan repetir una vez al mes los encuentros de ministros en ciudades del interior.
