Con el objetivo de reducir el déficit fiscal, el Gobierno nacional busca lograr el achique del gasto público.
Para ello, ya se conocieron las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional, que van desde despidos y ajuste de salarios en el Estado hasta la reducción de la obra pública.
Dentro de ese plan macro, los subsidios al transporte y la energía son centrales.
El macrismo busca que la Ciudad y provincia de Buenos Aires se hagan cargo de las distribuidoras de agua y luz, pero ahora también querría que todas las provincias tengan el control y financiamiento de los subsidios al transporte.
Como un punto más del plan del FMI para el ajuste en la Argentina, el Gobierno analiza que las provincias se hagan cargo de subsidiar el transporte.
Según publicó Infobae, el gasto que hoy le representa a la Nación es de $100.000 millones y la mayor parte del peso del traspaso recaerá sobre la Ciudad y provincia de Buenos Aires.
Por eso, serán estos mandatarios quienes tengan la última palabra.
El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, ya había dado un guiño en este sentido, cuando el debate giraba sólo en torno al traspaso de las distribuidoras de luz y agua.
El mandatario recordó que dijo "en la campaña que la Ciudad tiene que tener la mayor autonomía posible y hacerse cargo de todas las funciones, incluyendo la regulación de los servicios".
