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Jaguares nopudieron superar a Crusaders

Los neozelandeses se consagraron tricampeones del Súper Rugby al vencer a Jaguares por 19 a 3 en el Orangetheatry de Christchurch. El equipo de Quesada estuvo a la altura de las circunstancias, jugó de igual ante el mejor equipo del torneo y se llevó un merecido subcampeonato

Jaguares vs Crusaders
Jaguares vs Crusaders

CHRISTCHURCH.- No hay nada de que arrepentirse. Dejaron todo y esta vez no les alcanzó con el esfuerzo y el corazón que pusieron en los 80 minutos. Crusaders tiene una fortaleza en Christchurch y la hizo valer, para ganar otro título, esta vez 19-3 sobre Jaguares. Fue el décimo de su historia y el tercero consecutivo, por su mejor defensa, un mejor aprovechamiento de las situaciones y un Richie Mo'unga que no falló a los palos como en todo el año.

Jaguares dejó en alto su nombre grabado en la retina de todos sus simpatizantes. Esta vez no alcanzó con tener una mejor defensa, o con tacklear a destajo en todos los sectores de la cancha. Esta vez no funcionó el ataque, el arma letal de esta temporada. Desde marzo de 2018 que no se iban de una cancha sin anotar tries (9-34 vs. Hurricanes) y en la final volvió a ocurrir en la fría noche de Nueva Zelanda.

Enfrente hubo un equipo que fue mejor sin ser el de siempre. Crusaders no fue intimidante en ataque y decidió patear a los palos cuando muchas veces buscaba el try por otra vía. Ganó porque tuvo una defensa notable y porque aprovechó el único error defensivo argentino en la primera etapa.

De allí en más todo se hizo cuesta arriba. Los Crusaders dominaron el scrum y eso les dio confianza. El equipo de Quesada lo buscó por todas partes pero no lo encontró. Y así se fue el tiempo, y también el resultado. Mo'unga facturó cada vez que pudo y la distancia se fue a 19-3. Ya inalcanzable a pesar de los esfuerzos de Matera (fue el man of the match) y compañía.

El ingreso de Miotti y Ezcurra trató de darle variantes al ataque argentino, que se jugó lo que le quedaba. Faltaban 15 minutos y arriesgaron desde todos lados. Miotti usó el pie y estuvo cerca Moyano y otra vez por la derecha la pelota quedó larga para la corrida de Moroni. El partido se fue, y Crusaders con su defensa granítica, sin fallas y sin conceder penales festejó un nuevo título.

Jaguares perdió una final, sólo un resultado. Sin embargo se ganó el reconocimiento del mundo del rugby. Estuvo a la altura de las circunstancias y jugó al nivel de los campeones. No tiene nada de que lamentarse. Dejaron bien en alto el nombre del rugby argentino, justo en la casa de los campeones del mundo. Ya llegarán otras chances. Esta fue solamente la punta del iceberg. Y la verdad que es para celebrarlo.
 

Fuente de la Información: infobae.com

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