Este miércoles 18 de julio se cumplen 24 años del atentado a la AMIA, considerado como el peor acto terrorista ocurrido en suelo argentino. El 18 de julio de 1994, a las 9.53 hs. de la mañana, 300 kilos de explosivos estallaron frente al edificio de la Asociación Mutual Israelita Argentina, ubicada en el centro de la Ciudad de Buenos Aires, provocando la muerte de 85 personas y más de 300 heridos.
El fiscal Alberto Nisman, que fue encontrado muerto en 2015, investigó este atentado desde 1997 y una semana antes de su muerte acusó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y al canciller Héctor Timerman de alcanzar el acuerdo con Irán para proteger a los funcionarios iraníes implicados, con amparo en un tratado internacional. En ese reporte también se hacía mención a los vínculos de estos funcionarios con el grupo libanés islamista Hezbolá.
En el año 2013, Cristina Fernández había anunciado la firma de un “Memorando de entendimiento” con el presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, para lograr avanzar en la investigación, y se incluyó la creación de una “Comisión de la Verdad” para interrogar a iraníes acusados. El acuerdo aprobado por el Congreso fue declarado inconstitucional, y duramente cuestionado por las víctimas del atentado.
Hace pocos días, la Argentina solicitó sin éxito la detención de un alto funcionario iraní, Ali Akbar Velayati, directamente implicado en la planificación del atentado terrorista, y que se reunió con el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin.