Boyadjian y el fin de una carrera política que nunca empezó

Se terminó una etapa. Así lo expresó, con otras palabras, el candidato a Gobernador de Tierra del Fuego por Unir TDF, Federico Sciurano. Pero no es el único referente que verá trunco su camino político. Su compañera de fórmula, Miriam Boyadjian, también deberá observar como lenta e inexorablemente cae el telón de su carrera política.

Para la edil riograndense, la victoria de Rosana Bertone supuso el final de aspiraciones mayores a las que tenía al momento de iniciar su andadura política, hace ya ocho años. Su carrera legislativa estuvo signada por las dudas y, cuando le tocó estar a cargo del Parlamento, arreciaron los cuestionamientos públicos y también aquellos que se pronuncian por lo bajo y suelen ser tanto o más hirientes que los otros.

Nada quedará

En 2007, Boyadjian se convirtió en la única representante del Movimiento Popular Fueguino (MPF) en el Concejo Deliberante. Desde su banca opacada por la presencia de referentes de mayor peso, sobrevivió a un proceso que le permitió, cuatro años después, ser la Presidente del Concejo Deliberante de Río Grande.

Ya a cargo del Parlamento local comenzó a mostrar severas falencias a la hora de construir poder y, mucho peor, cuando le tocó lograr consensos ante temas de suma importancia para la vida de la ciudad primero y la de la propia institución, después.

Los reclamos puertas adentro fueron permanentes. Las pujas de poder entre los propios ediles, los intereses cruzados y la presión de los sindicatos fueron desgastando a una gestión que estaba más preocupada en los actos protocolares y las fotos de ocasión que en resolver demandas concretas.

Incluso, durante su mandato al frente del cuerpo deliberativo, se vivió una situación inusual: un paro de los trabajadores que no cobraron su sueldo en tiempo y forma allá por diciembre de 2013. La escasez de recursos fue negada por Boyadjian incluso en el mismo momento en que los trabajadores cortaban la calle Laserre a la espera de respuestas.

Incluso el propio cuerpo deliberativo vivió una situación sin antecedentes cercanos, al tener que sesionar en el despacho de Boyadjian al producirse una fuerte protesta sindical por los inconvenientes que la edil no lograba resolver.

En todos los casos, Boyadjian apeló al recurso más fácil: hacer mención a intereses ocultos y campañas mediáticas para justificar la propia incapacidad en la administración de los recursos con que contaba el Poder Legislativo local.

A ello se le sumó otro cuestionamiento que con el correr de los meses ganó trascendencia y que también generó severa indignación en la comunidad. Es que el pase a planta y la contratación de personal se convirtió en una constante dentro del edificio ubicado frente a la plaza Almirante Brown.

Si bien no hay dato cierto respecto a la cantidad de gente que ingresó en los últimos años al Concejo Deliberante, se estima que la planta de personal supera los 150 empleados. Así no hay dinero que alcance. Pero a Boyadjian parece haberle importado poco.

Entre los beneficiarios de semejante descalabro se cuenta a su propia hermana, Cristina Boyadjian, recientemente electa Legisladora de Tierra del Fuego quien tuvo la fortuna de haber sido designada como personal de planta en el Parlamento por la edil algunos meses antes de la elección.

Otro dato paradigmático que pinta de cuerpo entero la situación: mientras la puerta de acceso al despacho de la Presidente del Concejo Deliberante cuenta con cámaras de videovigilancia y portero eléctrico con visor interno, en los pasillos del viejo edificio las goteras se cuentan de a decenas.

Grave denuncia

Pero sin dudas, el hecho más polémico de su gestión tuvo que ver con una denuncia de delfuego noticias, formulada en abril de 2014 donde se develó que un asesor de Boyadjian que encabezaba charlas enmarcadas en la campaña ‘Río Grande en Valores’, sostenía una postura homófobica en contra de la homosexualidad.

Esteban Borghetti, psicólogo, consultor en Recursos Humanos y pastor evangélico que escribió un libro titulado ‘Homosexualidad y Juventud. Entendiendo y respondiendo a la realidad homosexual’ se convirtió en el centro de la polémica al hacerse público su vínculo directo con el ‘Movimiento Cristiano de Ayuda para la Reorientación del Homosexual’, creado por su esposa.

La información, basada en una nota publicada tiempo antes por Página 12, daba cuenta que “este movimiento se inscribe en la corriente de quienes piensan que la homosexualidad es un desvío del camino recto y que es posible volver a él. Heridas emocionales, necesidades afectivas insatisfechas y traumas sin resolver serían las causas de la homosexualidad, causas que pueden corregirse”.

Pero el tema no se terminó allí. A partir de la investigación de delfuego noticias, surgieron datos sorprendentes. Como parte de la campaña ‘Río Grande en Valores’ que impulsaba Boyadjian, se repartió en las escuelas un libro llamado ‘Cuentos que no son cuentos’ de clara orientación evangélica, situación prohibida por la Constitución argentina que habla de educación ‘laica’, es decir sin vínculos religiosos.

Incluso, la secretaria de Derechos Humanos de Tierra del Fuego, Nélida Belous denunció el caso en 2013 y hasta mantuvo una reunión con Boyadjian. Sin embargo, se siguieron entregando libros de polémico mensaje hasta casi un año después, hecho confirmado por delfuego noticias mediante el testimonio de una madre de un alumno de una institución privada que se quejó ante las autoridades por el contenido del libro.

Los sucesivos informes publicados ameritaron que un par de vecinos presentaran sendas denuncias ante el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) por el contenido de los libros que fueron repartidos en el marco de la campaña ‘Río Grande en Valores’.

Durante las tres semanas que el tema se mantuvo en discusión, sobre todo en las redes sociales, Miriam Boyadjian gozó del silencio cómplice de los medios de comunicación afines a su gestión y cuando algunos periodistas -muy pocos, por cierto- se animaron a interrogarla sobre el tema, Boyadjian se victimizó asegurando que era todo una mentira y que se trataba de una operación de prensa en su contra.

(No) todo pasa

Los meses siguientes transcurrieron con más tranquilidad para Boyadjian. Así, por el acuerdo entre la Unión Cívica Radical (UCR) y el Movimiento Popular Fueguino (MPF), se convirtió en candidata a Vicegobernadora, un lugar impensado para la edil un tiempo atrás.

La campaña, al parecer, la tuvo muy ocupada. Su presencia en las sesiones se volvió cada vez más esporádica y durante ese período se vivieron situaciones inéditas para la vida institucional del Concejo Deliberante.

Entre los récords negativos de su gestión se cuenta la sesión más corta que se recuerde: tan solo 42 minutos, hace un par de meses. Además, creció considerablemente el número de asuntos tratados -y aprobados- sobre tablas. De a poco, el debate fue desapareciendo

El proceso electoral prácticamente clausuró la actividad en el Concejo Deliberante, sin que a Boyadjian y a los restantes ediles se les mueva un pelo. Abocados a la campaña, había poco tiempo para atender los asuntos importantes de la ciudad.

Pasó la elección general y la segunda vuelta. Miriam Boyadjian no pudo lograr el anhelado objetivo de ser Vicegobernadora y presidir el Parlamento provincial. Ahora deberá conformarse con cerrar su carrera política de la forma más decorosa posible.

Le quedan poco menos de seis meses para revertir la pobre imagen mostrada en los últimos cuatro años. Ese es para Boyadjian, a partir de ahora, el mayor desafío. Habrá que ver si puede cumplirlo o si simplemente se tratará de un caso más donde una carrera política termina sin haber empezado.