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Sedamil, en cesación de pagos: Incertidumbre en textiles de Río Grande

Sedamil declaró la cesación de pagos y hay 360 empleados de Trelew en riesgo y hay incertidumbre en el resto de los empleados de Buenos Aires y Río Grande. La textil realizó una presentación en la Justicia y el gremio ya está al tanto. La medida también afecta a otros 700 operarios de todo el país.

Sedamil, en cesación de pagos: Incertidumbre en textiles de Río Grande
TRELEW.- Las últimas dos semanas han sido fatídicas para la industria textil de Trelew y esa situación, repercute de manera directa en distintos sectores del país incluido en trabajadores de Río Grande. Hace algunos días se había conocido el despido de 12 trabajadores de Propulsora Patagónica.ç, que hoy se encuentran en conciliación. El matutino local, Jornada pudo constatar que Sedamil declaró la cesación de pagos ante la Justicia y pidió la convocatoria para el concurso de acreedores.
La novedad se vivía ayer como un sacudón para todo el Parque Industrial, que hoy tiene menos de 1.000 trabajadores en las textiles. 

El viernes 6 se documentó la situación en un juzgado de Buenos Aires y ahora un magistrado deberá determinar si se le dará lugar al recurso presentado por la compañía.
Sedamil tiene cerca de 1.000 trabajadores en todo el país. Alrededor de 360 están en Trelew, entre el sector de tintorería y logística. Mientras que el resto de los empleados se distribuyen entre las sedes radicadas en Capital Federal y Río Grande, Tierra del Fuego.

En esta semana un directivo de Buenos Aires llegó a Trelew y se reunió en la empresa con delegados de los trabajadores para anoticiar sobre el estado de situación que atraviesa la empresa en todo el país. Se trata de Víctor Curci, Gerente de Recursos Humanos de la firma.

Hoy en el sector reina la incertidumbre sobre lo que ocurrirá a futuro con los trabajadores, teniendo en cuenta en noviembre pasado, sólo 5 meses atrás cerró la hilandería de Sedamil, dejando en la calle a 107 familias.

El proceso de concurso de acreedores podría llevar varias meses, incluso años, según se desprende de la ley. Ello tendría dos consecuencias: una negociación con los acreedores con una quita importante para salvar financieramente a la empresa, o la quiebra y cierre definitivo.

En caso de que la Justicia decida habilitar el concurso, se deberá producir un llamado por parte del juez a los acreedores para que se presenten ante la Justicia a través de la figura del síndico. Allí se determina dentro de la negociación lo que corresponde a cada uno y se deberá resolver si corresponde.

Una vez hecho el relevamiento e identificados todos los acreedores, se procede a una propuesta económica por parte de la empresa. Y si no obtiene la conformidad por parte de los interesados o no cumple con los pagos, se decreta la quiebra.

De acuerdo al articulado de la Ley de Concurso y Quiebras, bajo el argumento del llamado a concurso no se puede alegar que se dejará de pagar salarios o premios a los empleados. Tampoco se podría dejar de cumplir con el Convenio Colectivo de Trabajo, ni privar de estos beneficios al personal que se incorpore a futuro, ya que debe predominar la doctrina del trato igualitario.

Aún así, existen algunos grises dentro de la normativa, donde la empresa podría llegar a suspender durante el proceso algunas de las atribuciones que le corresponde a los trabajadores

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