RÍO GRANDE

Denunciaron que a un abuelo de Río Grande le hicieron el "Cuento del tío"

Un septuagenario fue estafado por una mujer que se aprovechó de la vulnerabilidad del abuelo para quitarle su automóvil.

La tarjeta azul que el damnificado la habría extendido a la supuesta estafadora.
La tarjeta azul que el damnificado la habría extendido a la supuesta estafadora.

Así lo denunció la hija del jubilado riograndense quien expuso esta situación tanto ante las autoridades de la Comisaría de Minoridad, redas sociales y ante El Sureño.

Yessica Gamin, quien es hija de Emiliano del Carmen Gamin Chacón de 73 años, viudo desde hace 10 años, le confesó a El Sureño, a través de una comunicación telefónica que, a su papá, le hicieron “El Cuento del tío”.

“Mi papá es un jubilado que está solo desde hace 10 años y sólo se dedica a hacer changas. En una oportunidad, en diciembre, se encontraba trabajando en Tolhuin, haciendo trabajos de carpintería y, en ese momento, uno de sus compañeros le propuso conocer a una mujer. Mi papá, quien en diversas oportunidades había manifestado sentirse solo, accedió a esa propuesta y comenzó a comunicarse con una mujer de 33 años pero que vivía en Misiones. En ese momento no me pareció nada fuera de lo común excepto por la edad de ella. Lo cierto es que cuando pasaron unos meses, ella le pidió a mi papá que le pague los pasajes desde Misiones hasta Río Grande con la intención de vivir con él a lo que mi viejo accedió pagando 42 mil pesos en pasajes para ella y sus hijos. Yo no me enteré de eso sino hasta que la mujer, junto con sus hijos, ya estaba viviendo con mi papá en su casa en la margen sur. Eso fue a fines de febrero. En ese momento, hasta hace un par de semanas, yo lo ví a mi papá en pocas oportunidades. Lo notaba extraño.

Convivencia extraña

“Mi hermano, -continuó Yessi- que tiene un retraso mental y que vive con mi papá, me contó que la mujer usaba el auto de mi papá para llevar a los chicos al colegio”. Sobre este punto cabe destacar que la mujer tiene cuatro hijos, tres nenas de 13, 10, y 2 años y un varón de 9).

Yessica Gamin le contó a El Sureño que, según su hermano, la mujer se la pasaba todo el día encerrada en el dormitorio y que no hacía nada. “Comencé a preocuparme y le pregunté a mi viejo sobre algunas cuestiones pero me dijo que la mujer sólo le usaba el automóvil para llevar a los chicos al colegio pero que también lo ayudaba. Yo no me sentía cómoda con la situación pero, por algunos momentos, mi papá me decía que él estaba bien y que ella lo ayudaba”.

El descenlace

La situación se tornó complicada cuando Yessi, vio a su papa caminando por la calle San Martín cerca de un supermercados. “Me paré e inmediatamente le pregunté qué es lo que andaba haciendo por ahí y caminando. Me dijo que ya no tenía el auto. Eso me sorprendió porque sé perfectamente que mi viejo no sabe nada de papeleríos y que él no sería capaz de vender su auto porque le costó mucho esfuerzo y es lo único que tiene y que, en caso de venderlo, me consultaría. En ese momento me contó que la mujer, en un principio le había dicho que necesitaba que mi viejo le extienda una tarjeta azul del auto para no tener problemas con la policía ni con Tránsito, y que ella se encargaría de hacer los trámites. Mi viejo accedió pero, sin darse cuenta no sólo le firmó para extenderle una tarjeta azul sino que, además, esa mujer he hizo firmar el 08 y la transferencia del auto que ahora está a nombre de ella. Mi papá no sabía que eso estaba sucediendo y recién se dio cuenta cuando la señora Lorena Duarte ya obtuvo los papeles del registro automotor decidió irse de la casa. Esto sucedió hace una semana. En esos días la señora Lorena Duarte se enojó con mi hermano por algún problema doméstico y decidió irse de la casa. Mi papá, sin saber aún de la situación, se disculpó con la mujer por la actitud de mi hermano y la acompañó hasta el hotel Rawson para que se hospedara con sus hijos. Cuando terminaron de descargar las cosas de la mujer, ella le dijo a mi papá 'bajate del auto y andate'. Mi papá no entendía nada y le dijo que cómo se iba a ir, si el auto era de él. La mujer le contestó que no, que el auto era de ella porque él le había firmado la transferencia así que lo dejó a mi viejo sin el auto y, además, lo denunció en el Desarrollo Social mintiendo que mi papá la trataba mal y que por eso ella debió irse a un hotel. No contenta con eso, pidió asistencia a Desarrollo Social, cosa que consiguió de manera inmediata”.

Hoy la mujer está hospedada en el Hotel Rawson, con asistencia del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia y tiene en venta el auto de mi viejo ya que ahora quiere volverse a su provincia”.

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