RÍO GRANDE

SEGUNDA JORNADA DE PROTESTA

El CEC volvió a reclamar en la puerta de Atlántico Sur

Un grupo de integrantes del Centro de Empleados de Comercio (CEC) de Río Grande se manifestó nuevamente en la puerta del local de Atlántico Sur. Es a causa del despido de tres trabajadores quienes aseguraron que fue “sin causa”. Desde el CEC se exige su reincorporación pero la decisión de la firma comercial parece inflexible.

Sabrina Quiroga, Marcos Ulloa y Nicolás Valdez, los despedidos de Atlántico Sur.
Sabrina Quiroga, Marcos Ulloa y Nicolás Valdez, los despedidos de Atlántico Sur.

RIO GRANDE.- Encabezados por su secretario General, Eusebio Barrios, y bajo una intensa lluvia, integrantes del Centro de Empleados de Comercio (CEC) de Río Grande se manifestaron en la puerta del local de Atlántico Sur sito en calle Rosales 446 de esta ciudad. Es en reclamo por el despido de tres trabajadores. En el lugar exigieron la inmediata reincorporación y argumentaron que el despido no exhibió ningún motivo que justificara la medida.

En diálogo con www.delfuegonoticias.com.ar, el secretario General del CEC en Río Grande, Eusebio Barrios explicó que lo que se está pidiendo es la reincorporación de los trabajadores porque se los dejó sin trabajo pero sin una causa que lo justifique. “Nosotros mantuvimos una charla con la gerenta del lugar pero nos dijo lo que nos dicen siempre en estas circunstancias. Pero también nos aseguraron que a los trabajadores no se los va a reincorporar”.

Barrios indicó que desde la gerencia les indicaron que a esta medida, se podrían sumar otros trabajadores por lo que, en lo sucesivo, podría haber más despidos. Ante esta situación, el sindicalista señaló que si se genera otro despido en la firma, las medidas de protestas serán mucho más intensas.

Cabe señalar que, según se reveló, la firma no presentó un preventivo de crisis y tampoco brindó señales de una necesidad de “achicar” la planta de personal.

Los tres trabajadores despedidos, de un total de 20 trabajadores (aproximadamente) que se desempeñan en el establecimiento, son Sabrina Quiroga quien tenía una antigüedad de 5 años, Marcos Ulloa con una antigüedad de 4/5 años y finalmente Nicolás Valdez quien trabaja en el lugar desde hace 3 años. Fue justamente este último quien mantuvo diálogo con este medio y aseguró que “el martes vinimos a trabajar como todos los días y cuando terminamos la jornada nos llamaron a la oficina de la gerencia y nos manifestaron que ya no seríamos parte de la empresa”.

Adelantó que ninguno de los despedidos había tenido algún problema que amerite el despido. “Fue muy sorpresivo porque nos quedamos sin nada y con una angustia muy grande, más aún sabiendo de que no somos empleados conflictivos y somos muy responsables con las tareas que siempre se nos asignaban”.

El trabajador reveló que dentro de la empresa, el ambiente siempre es tenso. “La persecución laboral es constante, las amenazas de despido están a la orden del día y siempre están exigiendo más trabajo con las presiones de que a fin de mes podés quedarte en la calle, siempre hay miedo y presiones psicológicas. Esto que te cuento es una cuestión general dentro de este local. Ninguno de los trabajadores está conforme y tampoco trabaja cómodo, sin embargo nos tenemos que quedar callados porque sino, te despiden”.

Finalmente los trabajadores indicaron sorprendidos que la empresa todavía sigue recibiendo currículums y les da a la gente esperanzas de trabajo cuando eso está muy lejos de la realidad.

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