RIO GRANDE.- El 1 de septiembre comenzó la actividad en la Textil Río Grande, luego de 5 meses desde el cierre de sus puertas. La vuelta al trabajo se llevó adelante con 12 empleados en cada uno de los tres turnos. La actividad se lleva adelante con un estricto protocolo de aislamiento por la pandemia del COVID-19.
Respecto de las medidas de seguridad los empleados señalaron que “son excelentes”. También destacaron el orden y la limpieza de todo lo que son los elementos y sectores de trabajo. “Nosotros estuvimos en el primer ingreso de cada uno de los tres turnos y pudimos mantener una charla con la gente de Seguridad e Higiene quienes concientizaron a cada uno de los empleados”, señaló Hernández.
El Vocero de los empleados, adelantó que el lunes 7 de septiembre terminarán de incorporarse algunos de los empleados que, por distintos motivos, aún no comenzaron a trabajar y quedaría completa la cantidad total de empleados de la empresa. En tanto, quedarán stand-by algunos de los empleados que forman parte del grupo de riesgo y se incorporarían cuando las autoridades sanitarias lo dispongan.
Haberes adeudados
Cabe destacar que los empleados de la Textil, lograron cobrar este viernes 4 de septiembre, el 80% de la primera quincena de agosto junto con el aumento que se otorgó a nivel nacional y sólo resta que cobren la segunda quincena de agosto sin dejar de lado el monto que se debe percibir de ATP.
Hernández, dijo que es evidente que la intención de la empresa, es regularizar todo lo adeudado cuanto antes y ponerse al día con los haberes de los empleados. “Todas estas han sido buenas noticias para nosotros”, señaló.
Primeros días
“Esta primera semana fue tranquila, en un marco de normalidad y era lo que nosotros queríamos que era recuperar nuestras fuentes laborales y hacerlo de esta manera, con total tranquilidad y sin presiones”.
La vuelta sin Tatti
“Llegar a la empresa, y ya no para reclamar sino para trabajar, genera un montón de sensaciones. Hubo sensaciones encontradas porque tenemos la alegría de volver al trabajo y de contar nuevamente con cada puesto de trabajo después de 5 meses. Eso fue una alegría para todos pero con ese sentimiento de haber entrado todos con la pechera de Tatti, sabiendo que va a faltar su presencia. Fue para nosotros un momento muy emotivo.
Entramos con el cuadro de Tatti y lo dejamos colgado en el comedor de la fábrica. Estamos todos muy contentos pero llevaremos la tristeza de saber que nos falta Tatti”.
Sin embargo y “a pesar de todo eso, los compañeros están unidos, fuertes, contentos y felices de comenzar a trabajar nuevamente.
El dolor de la falta de Tatti es una espina muy grande y una herida muy profunda que nos costará mucho que sane”, cerró Walter Hernández con marcada tristeza.
