RIO GRANDE.- Una sesión que si bien se percibía que podía ser larga, terminó con una tensión entre varios de los ediles. EN el medio hubo demoras y con caras largas por parte de los concejales de FORJA que no veían reflejadas en el Presupuesto 2023 las sugerencias y cambios que habían propuesto en reuniones de comisión.
Sin embargo, el tema que detonó las disputas y el debate acalorado fue otro. En efecto, la raíz del conflicto fue un proyecto sobre el que la concejal Miriam ‘Laly’ Mora para regular la actividad comercial de los grow shops, locales que se dedican a la venta de semillas e insumos para usuarios de cannabis medicinal.
Mora reprochó al oficialismo por no acompañar la propuesta, a pesar de tratarse de un tema ampliamente debatido en reuniones de comisión y sobre el que hay evidentes resistencias por parte de varios ediles.
El primer punto de desencuentro fue entre Mora y Raúl von der Thusen, lo que obligó a pedir un cuarto intermedio para tratar la cuestión aun cuando no formaba parte del orden del día. Incluso dos propietarias del grow shops de la ciudad pidieron la palabra y reclamaron contar con una categoría nueva en el código de habilitaciones para poder funcionar bajo la normativa existente y evitar así las clausuras.
Luego la disputa se corporizó entre Mora y Pablo Llancapani. Para el concejal mopofista, el apuro por resolver el tema no estaba saldado a partir de no contar con toda la información que requerían para el análisis de la propuesta.
Entre tanto, hubo una intervención de Walter Abregú que planteó sus dudas al respecto a partir de que los elementos que se venden en los grow shops no contarían con certificaciones de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (ANMAT) lo que disparó una nueva polémica dado que, para Mora, el tema de discusión era simplemente lograr una nueva categoría de habilitación comercial para que los locales funcionen dentro de las ordenanzas vigentes.
El cierre estuvo a cargo de von der Thusen. Para dar por finalizado el tema, el edil de Ciudadanos aclaró que el tema no iba a ser tratado en esta sesión pero que ello no le restaba posibilidades para que el próximo año sí pueda ser debatido y posteriormente aprobado.
Las propietarias de grow shops se retiraron visiblemente frustradas. Una vez más, las rispideces entre concejales fueron tan evidentes que por momentos tensaron la discusión a niveles poco habituales y no permitieron avanzar en la discusión profunda del tema. Mientras, el funcionamiento de los grow shops sigue sin su propia categoría de habilitación y al menos hasta bien entrado el 2023, difícilmente se resuelva.
