RIO GRANDE.- Al confiar en la antigua propietaria y comprarle la casa al costo acordado, Débora Petra, un vecina de esta ciudad, vive por estas horas, una mala situación, ya que tanto la propia vendedora, por un lado y el IPV, por el otro, quieren desalojarla.
Lo cierto es que una vecina de esta cuidad explicó que compró la casa por la suma de 800 mil pesos con papeles de compra y venta y escribano de por medio, y que la dueña prometió saldar las deudas de los servicios, pero nunca lo hizo.
Petra, la compradora denunció que la mujer que le vendió el departamento, le mintió y se fue a vivir a otra provincia cambiando su número de teléfono quedando sin la posibilidad de contactarse; al tiempo, Débora recibe mensajes de la anterior propietaria del inmueble diciéndole que debe desalojar el lugar ya que ella retorna a la provincia.
Como pasa en muchos casos de irregularidad en la venta de domicilios, las personas confían en sus vendedores y arriesgan sus ingresos en estas compras. Débora anteriormente vivía en una casilla con sus hijos, pero al encontrarse con esta oportunidad ella vendió su anterior vivienda y recaudó el dinero necesario para entregárselo a esta persona para comprar el departamento, además, se hizo cargo de las deudas y el mantenimiento del hogar.
La vecina comentó que se dirigió al IPV con los papeles y le dijeron que la venta del inmueble era ilegal porque todavía el departamento no estaba cancelado ni escriturado para realizar dicha acción.
El instituto en estos casos procede a desadjudicar a la propietaria original y realizar un desalojo, pero en este caso no es posible ya que Débora vive con sus hijos y no tienen otro lugar a donde ir.
Actualmente ella espera una llamada por parte del IPV para que le faciliten una solución frente a esta situación.