USHUAIA.- Mientras la provincia de enfrenta un paro total industrial en respuesta a la reducción de aranceles a la electrónica importada, una creciente polémica emerge en esta ciudad en torno a la geopolítica regional. El gobierno nacional estaría considerando un pedido del Comando Sur de Estados Unidos para la eventual instalación de una base de submarinos de la armada norteamericana en la ciudad. Esta iniciativa, presentada por el almirante Alvin Holsey a funcionarios de la Casa Rosada, ha generado un amplio rechazo en territorio fueguino, sumándose a la controversia por la solicitud estadounidense de reactivar un radar de alta potencia que se presume opera bajo control de capitales británicos.
Fuentes ligadas al gobierno provincial reconocen que la solicitud de establecer un atracadero para los sumergibles estadounidenses se enmarca en un plan general para consolidar una base integrada en Ushuaia. El oficialismo nacional admite que los planos para este punto militar conjunto ya están finalizados, aunque su avance depende de la aprobación de partidas presupuestarias para este año.
En Tierra del Fuego afirman que la posible operación de submarinos estadounidenses desde la provincia responde a la estrategia norteamericana de fortalecer su presencia militar en el Atlántico Sur y la Antártida, en línea con la política de Donald Trump de minimizar la influencia china en la región.
El diálogo entre el área de Defensa y el Comando Sur sobre el posible despliegue de submarinos norteamericanos en el sur ha suscitado un fuerte rechazo por parte del sector político y dirigencial fueguino. El intendente de Ushuaia, Walter Vuoto, manifestó enérgicamente en sus redes sociales que "Ushuaia no se entrega", calificando el proyecto como una "cesión inadmisible de soberanía" y una amenaza a la proyección antártica y al reclamo sobre las Islas Malvinas. Añadió que la presencia de submarinos nucleares y tropas extranjeras no responde a los intereses argentinos, sino a una estrategia geopolítica ajena.
Por su parte, Andrés Dachary, responsable de Asuntos Internacionales del gobierno fueguino, declaró que la provincia tiene un rol geopolítico y geoestratégico evidenciado por ejercicios militares, radares y bases con submarinos, y advirtió sobre la gravedad de aprobar un "Guantánamo en Ushuaia".
Dachary comentó que la posibilidad de la base de submarinos se suma al interés estadounidense por reactivar un controvertido radar extranjero cerca de Tolhuin. Este radar, propiedad de LeoLabs, una empresa que el gobierno fueguino vinculó con capitales británicos y potencial uso militar, tuvo sus permisos de operación revocados a fines de 2023. Si bien Estados Unidos asegura que LeoLabs está bajo control de accionistas estadounidenses y su función es el rastreo de basura satelital, la firma de un acuerdo estratégico de la compañía con el Ministerio de Defensa del Reino Unido a mediados del año pasado generó suspicacias y controversia en la provincia.