RIO GRANDE.- En los últimos tiempos, la región patagónica ha sido testigo de una actividad sísmica fuera de lo común, lo que ha puesto en estado de alerta tanto a las autoridades como a los habitantes del extremo sur argentino. Dos temblores de magnitud significativa se registraron en distintos puntos: uno de 4.4 en las proximidades de Ushuaia, que llevó a evacuaciones preventivas ante el potencial riesgo de tsunami, y otro de 5.5 en Río Turbio, Santa Cruz, que ocasionó la suspensión de las actividades escolares. Este último evento fue seguido por al menos seis réplicas que mantuvieron a la población en vilo.
Para comprender este fenómeno geológico, se consultó al geólogo Maximiliano García, quien ofreció una explicación científica sobre las causas de estos eventos naturales. "Un sismo es un movimiento que se produce en la Tierra como resultado de la interacción entre capas o placas tectónicas. Es importante recordar que la superficie terrestre está compuesta por placas que flotan sobre el magma, y estas placas se desplazan e interactúan entre sí", señaló el especialista.
García destacó que en la zona sur del país, específicamente entre el Estrecho de Magallanes y la Antártida, confluyen tres importantes placas tectónicas, la placa de Scotia, la placa Antártica y una porción de la placa Sudamericana. "Precisamente, la interacción reciente entre dos de estas placas fue la que originó los movimientos sísmicos de considerable magnitud que se han registrado", explicó el geólogo.
En relación al sismo ocurrido cerca de Ushuaia, García recordó un evento de mayor intensidad registrado previamente en la misma zona. "Hace poco tiempo se produjo un movimiento sísmico de magnitud 7.4 en la escala de Richter, aunque su epicentro se ubicó a una distancia considerable de la porción insular de Tierra del Fuego, específicamente a 219 kilómetros al sur de Ushuaia", indicó. El geólogo también advirtió que "todo movimiento sísmico que se genera en el mar provoca el desplazamiento de una gran masa de agua, y dependiendo de la energía liberada, existe la posibilidad de que se produzca un tsunami o maremoto".
García enfatizó que "los sismos son eventos que históricamente se han producido, continúan ocurriendo y seguirán produciéndose en esta región, precisamente por ser una zona de fricción entre placas tectónicas". Para dimensionar la dinámica de esta zona, el especialista señaló que "el movimiento entre la placa Antártica y la Sudamericana en esta porción del océano es de aproximadamente 16 milímetros anuales. Esto implica que, con el tiempo, se acumula una gran cantidad de energía en esta interacción, y en algún momento esa energía se libera, generando un movimiento sísmico". Si bien García reconoció que "los movimientos de esta magnitud no son habituales", aclaró que estas placas "siempre están en continuo movimiento, aunque en la mayoría de los casos no sean percibidos". Esto explica la ocurrencia de estos fenómenos en la Patagonia, especialmente en su extremo sur, los cuales, aunque infrecuentes con estas intensidades, forman parte de la dinámica geológica natural de la región.