RIO GRANDE.- La Universidad Nacional de Tierra del Fuego (UNTDF) ha vuelto a ser el centro de atención a raíz de los sueldos que perciben sus autoridades y otros cargos jerárquicos. El flamante rector, Dr. Mariano Hermida, inició su gestión con un haber mensual de $6.443.584, mientras que el vicerrector, Lic. Juan Ignacio García, percibe $5.920.318. Estos montos, que posicionan a la UNTDF una vez más entre las universidades con los salarios más altos del país y generan un fuerte debate público.
Cabe recordar que la UNTDF, que recientemente inauguró un nuevo período institucional que se extenderá hasta 2029, ha estado bajo la lupa por esta misma razón desde sus inicios. La atención no se centra únicamente en los sueldos del rector y vicerrector; otros cargos también alcanzan sumas varias veces millonarias. Tal es el caso de un Director, por ejemplo, que cobra $5.397.051, un Secretario percibe $4.873.785, y un Subsecretario alcanza los $3.827.252. Incluso en los "sueldos bajos" de la casa de altos estudios, un Coordinador recibe $2.783.084, y un Auditor, $4.873.785.
La Universidad de Tierra del Fuego inició su proceso de creación en 2009, ante la necesidad provincial de contar con una universidad nacional que complementara la formación técnica de la UTN con carreras de ciencias sociales, biológicas y exactas.
Durante el gobierno nacional de Cristina Fernández de Kirchner y la gestión provincial de Fabiana Ríos, se presentaron dos proyectos de ley. Finalmente, se tomó el primero, sancionado en noviembre de 2009, que estableció la transformación de la Sede Ushuaia de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco en la nueva UNTDF.
En este contexto fundacional, el Profesor Roberto Domecq fue encomendado en 2010 con la tarea de organizar la nueva universidad hasta 2015. El 3 de diciembre de 2015, se realizó la primera Asamblea Universitaria en Ushuaia, donde el Ing. Juan José Castelucci fue el primer Rector elegido democráticamente.
A pesar de sus diez años de existencia, la Universidad Nacional de Tierra del Fuego no se ha destacado por un gran número de graduados en carreras de grado, ni por su nivel académico sobresaliente en comparación con otras universidades del país.
Como contraste, la única constante, según los críticos, parece ser la persistencia de los elevados salarios de quienes dirigen la institución.
