PROVINCIALES

SITUACION COMPLEJA

Por aire o por tierra, difícil para los fueguinos no sentirse aislados

Los recientes sucesos naturales –algunos imponderables, otros perfectamente evitables- pusieron en consideración la necesidad de contar con acciones concretas para evitar que Tierra del Fuego quede incomunicada del continente argentino. Ante ello, delfuego noticias analiza la situación y muestra que, por ahora, hay más declaraciones que soluciones concretas.

Caminos anegados, rutas aéreas suspendidas. Una constante.
Caminos anegados, rutas aéreas suspendidas. Una constante.
Que Tierra del Fuego está aislada no es novedad. Su condición insular y las características de nuestro país la ubican en un lugar estratégico, pero de suma complejidad. Y muchos no quieren verlo, o quizás no les conviene.

Lo cierto es que los recientes sucesos invernales –los imponderables y los de todos los años- volvieron a poner en discusión la necesidad de generar acciones concretas para que Tierra del Fuego tenga garantizada la conectividad con la porción continental argentina.

Por aire, siempre difícil

La erupción imprevista del volcán chileno Puyehue y la posterior emisión de cenizas volcánicas que por acción del viento nublaron los cielos argentinos, generó la primera alarma para quienes residen en Tierra del Fuego.

Es que el viento llevó las cenizas desde el Oeste hacia el noroeste y así, la provincia de Buenos Aires –y en particular Capital Federal- se cubrieron de una densa capa de residuos volcánicos que impidieron los despegues y aterrizajes de aviones desde y hacia la Patagonia.

Y los fueguinos los sufrimos con creces. Durante más de dos semanas quedó incomunicada por vía aérea la provincia. No se escuchó el tradicional ruido de las turbinas de los aviones durante varias jornadas y a medida que pasaban los días, crecía la incertidumbre no solo para aquella que planificaban sus vacaciones sino además, y fundamentalmente, para quienes debían viajar por cuestiones laborales o médicas.

Tuvieron que pasar muchos días para que Nación se percatara de los problemas y dispusiera vuelos por la ruta del Océano Pacífico, más extensa y costosa para la línea aérea de bandera nacional. Sin embargo, la situación siguió siendo intermitente y la restitución definitiva de las frecuencias es algo que aún hoy no se ha regularizado.

Como suele ocurrir en estos casos, el imaginario popular no tiene límites y rápidamente se tejieron las más diversas conjeturas: Aerolíneas Argentinas no quiere venir más a Río Grande y por eso aprovecha las cenizas volcánicas como excusa, la línea aérea nacional tiene un déficit diario millonario y con la suspensión de vuelos se achica la pérdida, boicotean a la provincia para favorecer a otras regiones turísticas, etcétera. Un largo etcétera…
Mientras, los empresarios turísticos y todo aquel que en la capital provincial vive por y para el turismo, avizora una de las peores temporadas que se recuerde en muchos años. Así, nadie duda de lo vital que resulta la conexión aérea para Tierra del Fuego.

Por tierra, igual de complicado

Y a las dificultades para volar a causa del manto de cenizas que cubrió a gran parte del país, se le suma un crudo invierno en los sectores rurales de Tierra del Fuego, situación que redundó en rutas casi intransitables por la acumulación de nieve y hielo.

Tal es la situación que cientos de camiones permanecieron –y aún lo hacen- varados en los caminos que conectan a Tierra del Fuego, vía Chile, con el continente argentino. Se llegó incluso al punto durante varios días, de recomendarle a la gente que no viajaran a no ser un caso de “extrema necesidad”.

Y el debate volvió a reavivarse. Y el recuerdo del piquete veraniego que dejó incomunicados a miles de fueguinos, volvió a hacerse carne en el recuerdo de aquellos que encuentran en las rutas argentinas y chilenas, la vía para ponerse en contacto con el resto del país.

No solo vacacionistas de invierno se vieron afectados. Los comercios y empresas que reciben y remiten insumos al resto del país aún sufren las consecuencias de las demoras y complicaciones que si bien no fueron igual de complejas que con los vuelos, no dejaron de generar malestar y varios dolores de cabeza.

¿Soluciones lejanas?


Cuesta hablar de soluciones en épocas de campaña. Cualquier medida que se mencione como un paliativo, dependiendo de quien la exprese, puede tomarse como un mero anuncio de campaña, vacío de posibilidades.
El senador Jorge Colazo, siempre afecto a los anuncios demagogos y grandilocuentes, ya hizo públicas sus intenciones de generar un encuentro entre parlamentarios argentinos y chilenos para que se asfalte la Ruta CH-257, única vía terrestre para quienes residen en Tierra del Fuego. Pasaron los días y la mencionada reunión no se concretó.

Del mismo modo, la diputada Nélida Belous –que busca la reelección- buscó posicionarse a través de un proyecto que no lo pertenece: declarar a Tierra del Fuego provincia aerodependiente, iniciativa que impulsara el fallecido senador José Martínez y que por ahora ni siquiera entra en análisis en un paralizado Congreso argentino.

Se habló mucho pero lo cierto es que, por ahora, los anuncios son tan solo eso. Hay buenas intenciones y declamaciones más que optimistas pero en concreto, pocas acciones. Mientras, su Usted tiene que viajar fuera de la provincia, por las dudas, préndale una vela al santo que más le guste.

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