Río Grande-.La Santa Misa se realizó en la parroquia Don Bosco a cargo del padre Joaquín López, luego de la cual, se realizó el acto en la intersección de San Martín y Fagnano, ante el cenotafio de Monseñor José Fagnano.
Asistieron los secretarios Jorge Coldorf (Obras y Servicios Públicos), Gabriela Castillo (Promoción Social); Sonia Castiglione (Producción y Ambiente), Laura Rojo (Modernización e Innovación), Diego Lassalle (Agencia Municipal de Deportes y Juventud) y Agustín Tita (Coordinación de Gabinete y Control de Gestión).
Cabe destacar la presencia del Vicario de Don Bosco, Jorge Langus, además de sacerdotes y diáconos.
Ante el busto de Monseñor Fagnano, los presentes evocaron la figura del sacerdote salesiano y asimismo se descubrió una placa recordatoria y se depositó una ofrenda floral, haciendo los presentes un minuto de silencio a su memoria.
Asimismo, las autoridades municipales presentes, hicieron entrega del decreto municipal firmado por el intendente Gustavo Melella declarando de Interés Municipal las actividades conmemorativas de la primera centuria del fallecimiento de Monseñor José Fagnano.
“Hay que recuperar los valores de Monseñor Fagnano”
“Realmente Monseñor Fagnano ha sido un ícono en la historia de la comunidad salesiana. Llegado a la Patagonia, ha sido el realizador de las obras de los sueños de Don Bosco y llegó a esta tierra con pasión, con esfuerzo y con una clara convicción de misionar y que hizo posible superar todas las dificultades y durante muchos años poder recorrer cada uno de los puntos no solo de lo que hoy conocemos como nuestra ciudad que todavía no cumple cien años, Fagnano ya tiene cien años de fallecido, realizando en nuestra zona una importante labor evangelizadora”.
La profesora Gabriela Castillo dijo además que “este momento es oportuno para recuperar los valores de esa figura para poder pensar nuestro presente, para poder pensar el esfuerzo cotidiano, para trabajar por los que menos tienen, dado que él precisamente trabajaba por quienes consideró los desprotegidos de la época, Es un buen momento para poder reflexionar sobre el presente y poder renovar el compromiso misionero de Monseñor Fagnano en nuestra vida cotidiana”.
Por su parte el padre Joaquín López graficó que “Fagnano es una figura poliédrica, tiene una cantidad de facetas que nos asombran hoy, pensar que hace más de cien años cuando él llegó acá en 1886 y antes de la muerte de Don Bosco”.
Consideró que “debemos agradecer que este hombre haya consagrado su vida a realizar los sueños de Don Bosco en defensa de los últimos, que eran los pueblos originarios. Monseñor Fagnano se consagró con alma y vida a cuidar, a proteger y a defender contra los atropellos, contra las amenazas, contra los asesinatos. Él expuso su vida para proteger a los Onas, como se les llamaba en ese tiempo y a los Alakalufes; es una figura heroica, martirial. Creo que el Papa Francisco lo hubiera declarado en estos tiempos ya, Beato porque no hubo empresa en la que no midiera el sacrificio que debiera realizar él y sus salesianos”.
Por último, el sacerdote animó a “espejarnos en estas figuras que son los cimientos de nuestra sociedad de Río Grande y que nunca muera la memoria de Monseñor Fagnano”.
Fundador de la Misión Salesiana
Monseñor Fagnano, en 1892 recorrió a caballo con el Padre Beauvoir la zona norte de la isla marcando lugar para establecer la "Misión de la Candelaria", para los grupos de la tribu Onas, a orillas del Río Grande. Los Onas lo llamaron "el capitán bueno".
El 11 de noviembre de 1893 funda la Misión Nuestra Señora de la Candelaria, en los «Barrancos Negros», pero luego será trasladada a «Los Chorrillos», donde fue destruida por un incendio, quedando definitivamente establecida en las cercanías del Cabo Santo Domingo, a 12 km. de la Ciudad de Río Grande, el 6 de diciembre de 1897.
Los Misioneros redoblaron su trabajo contra la falta de medios económicos, situación por la que pasaron todos los misioneros por la poca respuesta del Gobierno Nacional; tuvieron que usar su ingenio para obtener recursos organizando aserraderos con manos de obra de los nativos, hilanderías para las mujeres, instalación de telégrafo y teléfono, trazado y construcción de caminos y rutas, museos y otras mejoras.
Entre 1901 y 1915 construyó y mejoró colegios e iglesias en Punta Arenas, Puerto Natales y Porvenir, en Chile, y en Río Gallegos, San Julián, Puerto Deseado y Ushuaia, en Argentina. Fagnano era un aventurero e incansable explorador de la Patagonia. Los Alakalufes también lo llamaban «el capitán bueno», puesto que se preocupaba por ellos.
El infatigable Monseñor Fagnano, quien construyó Iglesias y Colegios en toda la zona de su Vicariato y después de una vida, llena de sacrificios y luchas para hacer el bien, a principio del año 1916, con problemas de salud viajó a Santiago de Chile, para su atención médica; pero tuvo complicaciones y expiró santamente el 18 de septiembre, a los 72 años.
Sus restos descansan actualmente en la catedral de Punta Arenas.