PROVINCIALES

PARA QUE NO SE REPITA

Trabajadores del hospital recordaron la represión manfredottista

Empleados del nosocomio local, representantes gremiales y vecinos de la ciudad acudieron al acto por los diez años de la represión policial ordenada por la gestión de Carlos Manfredotti. En los discursos hubo severas críticas al accionar político en aquella jornada nefasta. 

Habla Alberto Noal; a su lado lo escucha la enfermera María Gómez.
Habla Alberto Noal; a su lado lo escucha la enfermera María Gómez.
En dependencias del Hospital Regional Río Grande se llevó a cabo un sencillo acto para recordar los diez años de la represión contra trabajadores de la Salud provincial, ordenada nada menos que por el gobernador de Tierra del Fuego, Carlos Manfredotti.

En el acto participaron trabajadores del nosocomio local, representantes de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación Fueguina (SUTEF), del Sindicato de Prensa de Río Grande (SIPREN) y público en general.

Las primeras palabras alusivas fueron de la enferma maría Gómez, quien hasta hace unos días encabezaba el reclamo en el acceso al edificio sanitario, y con posterioridad el periodista José Piñeiro leyó una carta enviada por el secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Oscar Martínez, quien en dicha jornada sufrió el embate de los efectivos policiales hasta quedar hospitalizado.

Luego, se procedió a observar un extenso video con las imágenes recopiladas de lo que fue aquella funesta jornada y cada uno de los presentes repasaba las anécdotas más importantes de la jornada donde la violencia la ganó a la racionalidad.

Noal: “No había antecedentes de lo que pasó”

El ex secretario de Derechos Humanos de Tierra del Fuego, Alberto Noal, fue uno de los que hizo uso de la palabra en el acto y recordando lo que vivió aquella jornada, cuando aún no era funcionario público y cubría la información para un portal de noticias de Ushuaia, brindó además su punto de vista de la jornada represiva.

Noal comenzó recordando que “con Oscar (Martínez) tuvimos la suerte o desgracia de compartir la habitación y de ser los últimos de irnos de este hospital que había sido destruido ese 28 de diciembre. Él se fue el 30 y yo me fui el 31 de diciembre al mediodía con dos costillas fracturadas”.

“Fue un reclamo que había sido del sector de la Salud y se convirtió en el clamor de todo el pueblo, porque era todo el pueblo el que estaba siendo reprimido en la calle y que ya había ocurrido una represión similar con los docentes que estaba en lucha en la Comercio I en la CEPET de Ushuaia, que también habían sido duramente y salvajemente reprimidos conjuntamente con muchos ciudadanos”, reseñó.

Asimismo, dijo que “nunca me voy a olvidar la noche de la represión en Ushuaia, cuando a una nenita que iba con la mamá embarazada y le pegan a la nenita. En Río Grande pasó lo mismo en el hospital, algo que está terminantemente prohibido por la Convención de Ginebra, que es atacar justamente los centros de salud, ocurrió”.

Por otro lado, enfatizó que “no había antecedentes en ninguna parte de esto y aquí ocurrió. En las guerras se preservan los hospitales y en democracia, en Tierra del Fuego, se destruyó un hospital y se atentó contra la gente que estaba internada, contra los niños que estaban internados, contra la gente que estaba pidiendo un turno o esperando ser atendidos y obviamente, contra los trabajadores que estaban reclamando”.

Finalmente, Alberto Noal aseguró que “lo que dijo María (Gómez) y lo que escribió Oscar, realmente dicen todo. Lo único que podemos esperar es que en democracia las cosas se resuelvan hablando, que se logre el consenso en el debate y no a través de la violencia, que nunca más ocurran cosas como las que ocurrieron el 28 de diciembre de 2001 y que podamos seguir opinando, pensando, disintiendo pero llevando adelante una provincia en paz y con tranquilidad”.
 

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