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DOLOR EN EL FÚTBOL ARGENTINO

Murió César Luis Menotti

El Flaco, tal como se lo conocía en el mundo futbolístico, murió a los 85 años. Menotti fue el primer campeón del mundo que tuvo la selección del fútbol argentino en 1978.

Murió César Luis Menotti

BUENOS AIRES.- A los 85 años, murió César Luis Menotti. El ex director técnico de Argentina campeona en 1978 y Director de Selecciones que respaldó a Lionel Scaloni en la gesta que decantó en el título en Qatar 2022, dejó un legado eterno, tanto a partir de su estilo y filosofía, como también desde la organización que sentó las bases de las mejores épocas del combinado nacional.

Menotti es el director técnico que ganó el primer Mundial con la selección argentina, el que marcó un antes y un después, en octubre de 1974, con su trabajo a largo plazo en tiempos de inestabilidad institucional en el país y en la AFA, el que generó la primera gran grieta futbolera nacional en sus polémicas con Carlos Bilardo desde 1982, el que forjó uno de los mejores elencos de la historia con el Huracán del 73, el de frases efectistas recordadas por muchos acerca de distinta clase de jugadores, al que fue a buscar nada menos que Josep Guardiola cuando se iniciaba en su carrera de entrenador, o el que sostiene que admira más a los músicos y cantantes que a cualquier personaje de su propio ambiente.

Para los que gustan de marcar contradicciones a un personaje que tomó tanto partido por cada una de sus ideas (futbolísticas, artísticas o políticas), Menotti nació un 22 de octubre de 1938, en Rosario, pero en su DNI aparece como que esto ocurrió días más tarde, el 5 de noviembre, porque su padre tardó en inscribirlo.

Hijo único, su padre Antonio había peleado con los mejores boxeadores de Rosario, gran deportista y bailarín, que murió joven, a los 51 años, por fumar. Peronista, su casa fue baleada dos veces, según cuenta Menotti, por disputas internas del partido. “Nos mentalizamos que cuando mi viejo prendiera la luz, nos tiráramos al piso por precaución”.

Se crió jugando al básquet en el club Social y Deportivo Unión Americana. “Allí vi una película de Hugo del Carril sobre la vida de Betinotti (guitarrista y payador argentino) y me fui llorando a casa. Un día levantaron las canchas para los bailes y eso le dio bronca y escribió “chorros” en una de las paredes y lo vino a buscar la Policía. “Pregunté, haciéndome el gil ‘¿por qué a mí?’. ‘Porque usted es el único que por altura puede llegar ahí y porque la letra es la misma de su solicitud de ingreso’”. Le dieron 30 días. “Éramos una banda que hacía lío cuando las cosas no nos parecían bien”, reconoció.

El propio Menotti se autodefinía como futbolista: “Medio caprichoso, y cuando las cosas me salían mal, me tiraba contra la raya izquierda. Me enojaba cuando empezaban a tirar pelotazos. Una vez en Boca, contra Banfield, nos quedamos con diez y Antonio Rattín se me acercó y me dijo ‘Flaco, bajá a ayudar, ¡corré!’, y le contesté: ‘Lo único que falta es que yo tenga que bajar a correr. Corré vos’. En el vestuario, después, Rattín me dijo de todo”. Era un jugador habilidoso, lujoso, con remates de mucha potencia de media distancia, aunque él mismo le daba una explicación al no haber trascendido más. “A mí me agarró la peor época del fútbol argentino, cuando se pusieron de moda los equipos que luchaban. Un fútbol de mierda”.

Debutó en 1960 en Rosario Central con sólo seis partidos en Reserva y jugó allí cuatro años hasta que pasó a Racing en 1964 y a Boca en 1965. Alberto J. Armando, el carismático presidente xeneize, nunca le perdonó que errara un penal contra Real Madrid con el que Boca perdió la Copa Mohamed, en Marruecos, y en 1967 emigró a los Estados Unidos para jugar en The Generals de Nueva York, y en 1968 viajó a Brasil para jugar por el Santos de Pelé y fue campeón paulista de ese año. Estuvo allí dos años y en 1970, pasó al Juventus de San Pablo, donde se retiró y ese mismo año empezó como ayudante de su amigo Juárez, en Newell’s. En realidad, le ofrecieron el cargo de DT a él, que tenía una agencia de autos en Rosario, porque era conocido del presidente Valenti, pero no aceptó y propuso a Juárez, que trabajaba en Platense. Terminaron armando un gran equipo con el “Mono” Obberti, Chazarreta, Mario Zanabria y Ramón Cabrero. La base del que saldría campeón dos años más tarde.

Como jugador, también formó parte de la selección argentina. Debutó ante Uruguay el 15 de agosto de 1962 por la Copa Lipton, participó del Sudamericano (actual Copa América) de 1963 en Bolivia y tuvo algunas participaciones hasta 1968.

Si hay un hecho polémico previo al Mundial de 1978 fue que de una primera lista de veinticinco jugadores, dejó afuera a un muy joven Diego Maradona, de 17 años, al igual que a Humberto Bravo y a Víctor Bottaniz. “No me arrepiento porque fuimos campeones. Pudo haber sido un error, sí, pero en ese momento hice lo que creí que había que hacer, y fue por cuidarlo, más que nada. Estaba enamorado del juego de Diego pero qué se yo... Lo vi tan chiquito, tan joven. Sentí que tenía que elegir entre tipos grandes. Sé que Diego eso no me lo perdonó jamás”, comentó muchos años más tarde en una extensa entrevista con la revista El Gráfico.

Estuvo sin dirigir durante muchos años por no estar casi nunca de acuerdo con el sistema y sin deseos de emigrar para estar en contacto con sus nietos, Menotti nunca se dio por vencido: “Yo no me retiro nunca. Sólo la muerte te puede retirar”.

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