RIO GRANDE.- La crítica situación de los acompañantes terapéuticos en Tierra del Fuego ha llegado a un punto límite. Varios profesionales del sector denuncian que llevan hasta seis meses sin percibir sus haberes por parte de la OSEF (Obra Social de Empleados Públicos de la Provincia de Tierra del Fuego), una deuda que no se destraba a pesar de los reclamos. A esta problemática se suma el hecho de que están percibiendo un monto por hora trabajada muy inferior al establecido por la Ley 24901.
Bibiana Carmona, una de las acompañantes terapéuticas afectadas, relató la difícil situación en FM “Aire Libre”. "Estamos trabajando justamente con personas y sus familiares también han reclamado, pero no tenemos respuesta", indicó. Carmona mencionó una reunión en febrero con Franco Tomasevich, funcionario de la OSEF, donde ya expresaron su preocupación por las demoras. "Ya llevamos seis meses sin poder cobrar nuestro sueldo", afirmó con angustia.
La profesional explicó que, si bien cobran por hora, la falta de un nomenclador a nivel nacional genera disparidades. "Nosotros estamos bajo prestaciones básicas de la ley 24901, por la cual -a partir de diciembre- la hora es de $12.370,61, eso es lo que deberían pagar. Pero lo que reconoce en este caso, pero estamos casi igual en todas las obras sociales, es $5.294,66 la hora", remarcó Carmona, evidenciando una brecha significativa que deben absorber los propios trabajadores.
Además, Carmona señaló que, si bien "supuestamente la diferencia, como es una prestación, debería pagarla la familia", esto se vuelve inviable para muchas de ellas, que dependen, por ejemplo, de pensiones RUPE. A la precarización económica se suma la reducción de horas de atención. "Las horas que pide por ejemplo un profesional de la salud son seis horas por un acompañamiento, pero van autorizando dos horas, tres horas", explicó.
Los acompañantes terapéuticos son, según Carmona, "dispositivos de salud que proporcionamos apoyo y acompañamiento a personas que atraviesan dificultades tanto psicológicas, enfermedades mentales o situaciones de vulnerabilidad", trabajando en equipos interdisciplinarios. La profesional destacó que el problema se agudiza porque "de lo que aconsejan cuando dicen: tienen que cumplir tantas horas semanales, tampoco les pagan esa cantidad, les autorizan menos cantidad de horas". Esta situación pone en riesgo no solo la estabilidad económica de los acompañantes, sino también la continuidad y calidad del servicio que brindan a pacientes y familias que dependen de su labor.