"Hemos atrapado dos visones adultos", confirma a "El Mercurio" el biólogo Alejandro Kusch, coordinador de WCS Chile. "Pueden haber habido más, pero no hemos encontrado ni en octubre ni en diciembre más visones o evidencia alguna de su presencia", destaca.
Los resultados han sido inmediatos. Si en las últimas dos temporadas de anidación (2014-2015 y 2015-2016), que se prolongan entre octubre y marzo, la sobrevivencia de polluelos había sido nula, ahora la anidación ha seguido su curso en forma normal. "Encontramos del orden de 20 a 24 nidos de albatros con huevos, y están empezando a nacer los polluelos". Cada albatros hembra pone un solo huevo por temporada y por eso es un ave tan frágil.
"Para decir que la campaña es un éxito absoluto solo nos falta que cuando vayamos un par de veces más hasta marzo, ratifiquemos que los polluelos están grandes y ya sean capaces de volar", explica.
En estos momentos, como son muy pequeños todavía, corren el riesgo de que los depreden. Esto, porque también son presa de aves nativas como los skúas, caranchos y jotes de cabeza colorada.
No descarta que los visones eliminados hayan formado parte de una familia que se acostumbró a cruzar los mil metros de agua que separan el islote de la costa de Tierra del Fuego. "Cuando no hay viento, esa parte del fiordo es como un espejo".
Pero todavía no cantan victoria por completo, y para la próxima temporada ya diseñan un sistema reforzado. Quieren instalar lo que llaman un anillo de protección en la costa de Tierra del Fuego que enfrenta al islote. Pero para ello requerirán de muchas más trampas, más gente trabajando en terreno y, por ende, más presupuesto.
Calcula que la pérdida ha sido del orden de 40 nidadas por temporada. "Podemos tener una colonia de 200 pájaros, pero solo 40 parejas anidan".