EL CAPS 7 atiende ‘de a ratos’ y no cubre las especialidades básicas

Viernes 21 de septiembre. Hora 13.10. Susana observa que su hija juega con la comida y se niega a almorzar. Le pregunta si se siente mal. Malena, de cuatro años, le contesta “más o menos”. Susana decide esperar unos minutos y le pide a su hija que coma. Malena, de mala gana, ingiere un par de bocados pero vuelve a negarse.

Cerca de las 14, Susana decide llevar a su hija al médico. Ella, junto a su esposo y su otro hijo de nueve años, viven en el barrio El Solar de la Laguna, frente al CAPS 7. El centro de salud del barrio fue inaugurado por el Gobierno provincial en junio de 2011, pero nunca funcionó.

Grande fue la sorpresa de Susana cuando constató que a las 14.30 del pasado viernes, el CAPS 7 estaba cerrado. Efectivamente, una recorrida por la zona permitió a delfuego noticias comprobar que el centro asistencial permanecía cerrado al público.

En la zona, no había movimiento. El estacionamiento estaba vacío, las cortinas de las ventas bajas. La puerta de acceso al predio estaba abierta pero la de ingreso al edificio, cerrada con llave. A través de las ventas podía verse un edificio equipo, pero a oscuras.

Ante este panorama, a Susana, como a muchos vecinos de los barrios San Martin, Aeropuerto, Camioneros, Chacra XI y Chacra XIII no les quedó otra que dirigirse al abarrotado Hospital Regional Río Grande. Es que no solo permanece cerrado gran parte del día, sino además no cuenta con pediatras y las especialidades médicas cubiertas en el edificio son escasas.

Hechos recurrentes

La historia de Susana parece repetirse a diario en la zona circunscripta al CAPS 7. Una recorrida por el lugar, permitió a delfuego noticias recoger varios testimonios de vecinos sumamente disconformes con el funcionamiento del edificio sanitario.

“Prometieron un pediatra hace más de un año y seguimos esperando. Si tu hijo se siente mal lo atiende un médico generalista y tenes que ir sí o sí al hospital o atenderte en una clínica privada. Acá, pediatra no hay”, aseguró una vecina, madre de dos niños que vive a escasos metros del CAPS 7.

Otra vecina, que vive junto a su esposo y su beba recién nacida a escasos 80 metros del centro de salud, dijo que “nunca están abiertos hasta altas horas. Siempre tienen atención irregular. Un día vez muchos autos, otro día se ven pocos y deben ser del personal. Hoy (por el viernes) pasado el mediodía ya no había nadie. Siempre es lo mismo acá”.

Más crítico, otro vecino del barrio San Martín dijo que “es una vergüenza semejante edificio para que no haya pediatras. Ni siquiera vamos a pedir un dentista o un traumatólogo, pero pediatra tendría que haber porque en el barrio hay muchos chicos y son muchas parejas jóvenes las que están construyendo sus casas acá”.

Ineficiencia a la orden del día

El CAPS 7 fue inaugurado en junio de 2011 con mucho entusiasmo por el Gobierno provincial. En aquella oportunidad, se destacaba la importancia y el impacto que tendría en varios barrios, la posibilidad de contar con un edificio sanitario.

Pero nada de ello ocurrió. El Ministerio de Salud de Tierra del Fuego sigue dando sobradas muestras de ineficiencia y el CAPS 7 es una prueba de ello. A pesar de la voluntad del personal que allí reviste -en todos los casos los vecinos destacaron el buen trato del escaso personal-, faltan insumos y, sobre todo, recurso humano especializado para cubrir la demanda de una zona que crece a pasos agigantados.

El 27 de junio del corriente año, el Ministerio de Salud envió a los medios de comunicación una gacetilla celebrando el primer año de trabajo de trabajo del CAPS 7. En dicha nota, el subsecretario de Salud Zona Norte, Alberto De Micheli, aseguraba que “el centro cuenta con un médico generalista, dos enfermeras, dos administrativas y estamos incorporando un pediatra”.

Pasaron los meses y la falta de pediatras sigue afectando el funcionamiento óptimo del centro asistencial. Además, como ya ha quedado expuesto en los testimonios de los vecinos, sigue siendo la mayor demanda de la comunidad.

Asimismo, De Micheli aseguraba en dicha nota que “el centro no sólo trabaja con las consultas sino que también hace trabajo barrial, de búsqueda de problemáticas sanitarias que normalmente no llegan a la consulta”.

Sin embargo, los vecinos aseguran que ello no ocurre y que, lejos de sacar la asistencia a las calles, se encuentra con la realidad de que las problemáticas sanitarias más básicas, en la mayoría de los casos, deben solucionarse en el Hospital Regional Río Grande.

El traspaso, un reclamo del Municipio

A partir de la rediscusión de roles que el Municipio de Río Grande reclama al Gobierno provincial, una de las medidas propuestas por el Ejecutivo tiene que ver justamente con el traspaso de los centros periféricos a la órbita municipal.

Sin embargo, la ministro de Salud de Tierra del Fuego, María Grieco, ha rechazado insistentemente esa solicitud formulada por el intendente Gustavo Melella quien aseguró en repetidas ocasiones, estar dispuesto a hacerse cargo del mantenimiento y gestión de los centros de salud.

Desde el Municipio de Río Grande se entiende que la descentralización de la asistencia médica en la ciudad favorecería al funcionamiento del Hospital Regional Río Grande que hoy no solo debe hacerse cargo de los tratamientos complejos sino además de miles de consultas de rutina que los vecinos realizan en ese edificio porque sus demandas en los barrios no pueden ser cubiertas.

“Salud no quiere transferir los periféricos porque si el Municipio hace un buen trabajo, quedaría en evidencia que no pueden resolver problemas y que el mayor inconveniente de la gestión de maría Grieco es, paradójicamente, la falta de gestión”, dijo a delfuego noticias un reconocido médico del nosocomio local.

Asimismo, el especialista con más de una década de trayectoria contó que “si los periféricos funcionaran, el hospital se descomprimiría porque desde que está pasando lo que vemos a diario, la gente ya no se atiende en los CAPS y prefiere hacerlo directamente en el nosocomio, con todo el problema que ello conlleva”.