PROVINCIALES

PUNTOS DE VISTA

El extraño caso de Julio Catalán Magni

Oriundo de Ushuaia pero con muchos años de residencia en Arrecifes; corredor de autos y ahora, político. Julio Catalán Magni representa a la provincia pero parece alejarse de ella cada día más. Es por ello que delfuego noticias propone analizar sus acciones pero sobre todos sus dichos para entender los motivos de esta afirmación.  

De las pistas a una banca en el Congreso, sin escalas.
De las pistas a una banca en el Congreso, sin escalas.
Julio Catalán Magni se ha convertido, por mérito propio, en un extraño caso que sorprende a muchos e indigna a otros tantos. Es que su meteórica carrera política, con llegada al Congreso argentino incluida, no deja de ser por demás curiosa si se tienen en cuenta sus antecedentes pero mucho más su presente.

Julio César Catalán Magni, más conocido como ‘Pingüino’, nació el 14 de agosto de 1968 en la ciudad de Ushuaia. Siempre tuvo una fuerte vinculación con el deporte motor y con el correr de los años, se ganó un lugar en el espectro deportivo fierrero nacional.

Se inició en el Turismo Nacional, fue campeón de Clase 2 y hasta llegó a ser copiloto de Juan María Traverso en el Turismo Carretera, categoría en la que corrió hasta 2010. Asimismo también tuvo participación en el Top Race -del cual fue subcampeón- y en el TRV 6.

Con el correr del tiempo, Catalan Magni logró conformar una escudería sólida que desde Arrecifes, en la provincia de Santa Fe, fue creciendo hasta convertirse en una empresa pujante en el ámbito automovilístico.

Pero un día, Catalán Magni decidió dejar el buzo antiflama y calzarse la campera de fajina para lanzarse a la arena política. El contexto no podía ser mejor: reconocido a partir de su participación deportiva, la situación nacional y la cercanía con Florencio Randazzo le abrieron las puertas a una nueva especialidad.

Y así fue que Catalán Magni se convirtió, de un día para el otro, en candidato. Fue en 2009, acompañado por Gabriela Ibarra y con partido político propio al que decidieron llamar ‘Hacer por Tierra del Fuego’. No le fue bien, pero el ‘Pingüino’ supo advertir que tenía cierto caudal político así que por aquellos días anunciaba que no sería ése su debut y despedida.

Llegó el 2011 y la posibilidad de una nueva contienda electoral. Esta vez, dejó el partido que presidía su cuñado Jorge Tagle y se marchó nada menos que a la fuerza política de la Presidente de la Nación. El Frente Para la Victoria tenía mucho más para darle y junto a Verónica González representaban la más fiel imagen del proyecto ‘Nacional & Popular’ que la gestión K impulsaba en la mayoría de los distritos.

Arrancó prometedora la cosa. En las elecciones primarias le fue muy bien y hasta quedaba parado para ingresar al Congreso acompañado por su compañera de fórmula. Sin embargo, en la general de octubre decaería sensiblemente su intención de voto pero, igualmente, el objetivo se cumplía. Catalán Magni era Diputado por Tierra del Fuego.

A partir de allí se vio una faceta que, como decíamos al principio, exaspera y sorprende por igual. A las escasas gestiones en nombre de Tierra del Fuego se le sumaron un par de acciones que con el correr del tiempo dejaron en evidencia que las cosas, a veces, no son lo que parecen.

En primer término, sus tan promocionadas gestiones para agilizar el sistema de controles fronterizos rindieron escasos frutos. Mientras Catalán Magni remitía a los medios de comunicación sendas gacetillas de prensa informando sobre los avances logrados, la gente hacía infinitas filas para lograr traspasar San Sebastián.

Del mismo modo, la entrega de los nuevos DNI también le valió al Diputado ultra kirchnerista algún que otro dolor de cabeza. Es que al trámite que prometía ser ágil y práctico le siguió la espera de cientos de personas que aún no han recibido sus documentos nuevos y que percibieron en toda la promocionada acción un mero fin electoralista.

Asimismo, sus constantes críticas hacia la gestión provincial de Fabiana Ríos, también lo muestran en la mayoría de las veces a destiempo. Julio Catalán Magni se ha convertido en los últimos meses en un ‘Maestro Ciruela’ que se empeña en dar a todos lecciones sobre asuntos que conoce poco y mal.

El puerto de Río Grande, el contrato con Tierra del Fuego Energía y Química, la relación con Nación, la disputa por Malvinas y un interesante etcétera son algunos de los temas donde Catalán Magni brindó su posición, siempre en contra de Ríos y a favor de Cristina Fernández, sin importar si la Presidente de la Nación tenía o no algo que ver con el tema en debate.

Como si eso fuera poco, hizo público un pedido de disculpas formales al embajador de Filipinas en Argentina tras la gresca bochornosa que se produjo en una pelea de boxeo en Mar del Plata donde justamente un filipino defendía el título de su categoría. No había ningún fueguino involucrado, sin embargo, nuestro representante en la Cámara Baja del Congreso argentino creyó oportuno inmiscuirse en el tema.

Por todo esto, Julio Catalán Magni se ha erigido -por mérito propio, obviamente- en un extraño caso más de la política vernácula donde opinar siempre es más redituable que hacer y donde oponerse a lo que sea, siempre es más fácil que aportar una mirada constructiva y conciliadora.

Mientras tanto, en Tierra del Fuego, pasan cosas pero parece que a algunos, entre ellos Julio Catalán Magni, estas latitudes les quedan lejos.
 

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