PROVINCIALES

AFRENTA A LA HISTORIA DE LA CIUDAD

Obra privada quita monolito que recordaba tragedia aérea local

Se trata de un monolito que hasta hace algunos días estaba ubicado en el predio donde el Círculo de Oficiales de la Policía de Tierra del Fuego construye su salón de usos múltiples. La histórica estructura recordaba la mayor tragedia aérea ocurrida en Río Grande, el 26 de marzo de 1951. 

La obra avanzó y el monolito desapareció.
La obra avanzó y el monolito desapareció.
El progreso en la ciudad genera, a veces, hechos que podrían ser evitados con la debida planificación. Ese es el caso de un predio que le fue asignado a una entidad social de Río Grande, a pesar de que en el mismo lugar se emplazaba un monumento que recordaba un hito de la historia riograndense.

En efecto, sobre la vereda Sur de la calle Ricardo Rojas, a pocos metros de su cruce con Lola Kieps se emplazaba un monolito que recordaba la mayor tragedia aérea de Río Grande, acaecida el 26 de marzo de 1951, que le costó la vida a 11 personas, entre tripulación y pasajeros.

El monolito había sido instalado a fines de 2012, en un predio que a su vez fue asignado al Círculo de Oficiales de la Policía de Tierra del Fuego. Con el correr de los meses, la entidad decidió avanzar en la construcción de un salón de usos múltiples y ante ello, el monolito se vio cercado por la obra.

Es más, a la estructura de cemento de color blanco se la había cercado con varios postes metálicos de color amarillo para sostener una cadena que delimitara el monumento. La cadena, al igual que la placa conmemorativa, nunca fueron colocadas en su debido espacio.

Durante meses, y sin que nadie tomara intervención en el caso, la obra avanzó con el monolito a su pie hasta que hace algunos días, fue quitado de forma definitiva ya que la construcción prosiguió y en ese lugar se erigió uno de los muros perimetrales.

Si bien la estructura de cemento desapareció, en el acceso al predio donde avanza la obra puede observarse un poste metálico de color amarillo y parte de la base cementicia que dan la pauta que allí hubo, alguna vez, un monumento en memoria de aquellos que perdieron la vida de forma trágica en un accidente aéreo sin precedentes en la ciudad.

Un monolito olvidado

Al menos dos ordenanzas del Concejo Deliberante se requirieron para que dicho monolito no sucumba al paso del tiempo, a veces impiadoso con los sucesos que forman parte de la historia de una localidad.

La primera de ellas es la ordenanza 1202/99, la cual fue aprobada en sesión ordinaria del día 26 de noviembre de 1999 y en sus considerandos plantea que “el monumento se encuentra abandonado y semiderruído, por lo que se hace necesario su reparación y vallado, para rescatar un pedazo de nuestra historia”.

Ante ello, el Parlamento local determinó ese día que “el Departamento Ejecutivo Municipal a través de su área correspondiente, procederá a restaurar el monolito que recuerda el accidente aéreo acaecido el 26 de marzo de 1951 y que fuera protagonizado por un avión de la empresa ‘Aeroposta Argentina’ matrícula LV-ACY, provocando once muertos y cuatro desaparecidos”.

“Procédase asimismo a la colocación de un vallado protector del monolito de marras”, destacan y a su vez, resaltan: “Arbítrense los medios para recuperar la placa originaria que fuera extraída por manos anónimas y procédase a su reinstalación”.

Por otro lado, la ordenanza aprobada instruía al Municipio de Río Grande a que “todos los 26 de marzo como fecha recordatoria, procédase a la colocación de un ramo floral por parte de las autoridades municipales”.

Sin embargo, pasó el tiempo y nada de ello se concretó. Tanta fue la indignación de un grupo de vecinos que encabezados por el antiguo poblador Adrián Goodall (ver noticia relacionada), reclamaron públicamente la restauración del monolito.

Es así que el Concejo Deliberante, nuevamente, redactó una ordenanza al respecto. Se trató de la 3045/12 que se aprobó en sesión ordinaria el 7 de noviembre de 2012. La normativa, similar a la de 1999, exigía al Ejecutivo la colocación de “un monolito con una placa alegórica al acontecimiento recordado, ubicado en la intersección de las calles Ricardo Rojas y Angela Loig sobre la acera sur, lindante con los terrenos de Radio Nacional”.

Además, la normativa especificaba que “la superficie afectada no debe ser menor a 50 m2, debidamente parquizada” y que “en el lugar designado se colocará un cartel identificatorio con la leyenda: ‘26 de Marzo de 1951 - Accidente Aéreo’”.

El monolito finalmente se erigió en la zona tal como lo reclamaba la ordenanza, que por segunda vez reclamó honrar el pasado de la ciudad. Se colocaron los postes del vallado circundante pero nunca se instaló la palca conmemorativa.

Sin embargo, sin que se sepa por qué, el predio fue asignado a una entidad social que como otras tantas, construye allí una sede social. El avance de la obra se llevó puesta una estructura que pretendía recordar un hecho significativo de la ciudad, aun cuando la desidia oficial se empeñó en olvidar esa fatídica jornada. Al final, ganó el desinterés y la falta de respeto por la historia de la ciudad.

¿Compartís la nota?