PROVINCIALES

Poca gente con Fabián Herrera tras seis años de ausencia de Sofía

El padre de la niña que desapareciera el 28 de septiembre de 2008 en el camping John Goodall, organizó una caravana de autos hacia el fatídico lugar para renovar la cartelería que lleva el rostro de su hija como desesperado pedido ante su ausencia. Como ya es habitual, solo un puñado de gente se sumó a la actividad.

Un puñado de vecinos acudió a brindarle su apoyo a Fabián Herrera.
Un puñado de vecinos acudió a brindarle su apoyo a Fabián Herrera.
Este domingo 28 de septiembre se cumplieron seis años de la desaparición de Sofía Herrera, en ocasión de visitar el camping John Goodall junto a sus padres y un matrimonio en lo que debía ser una jornada de esparcimiento y se convirtió en un día fatídico para la familia de la menor.

Es por ello que, como todos los años, la familia de Sofía encaró sendas actividades para mantener vivo el pedido -casi un ruego- de algún dato que conduzca a dar con la actual locación de la niña. Así, mientras María Elena Delgado lleva adelante una marcha en Caleta Olivia, Santa Cruz, su esposo Fabián organizó una actividad en Río Grande.

En efecto, Fabián Herrera encabezó una caravana de autos desde la estación de servicio de calle Islas Malvinas, mismo lugar desde donde partieron aquel 28 de septiembre de 2008, hasta el camping John Goodall.

La intención de Herrera es renovar la cartelería que se emplaza en uno de los terraplenes a la vera de la Ruta Nacional 3 y que sirven para mantener vivo el pedido de datos que permitan saber dónde está Sofía.

Como ocurre desde hace algunos años, la adhesión popular y el acompañamiento a las actividades de la familia han ido decreciendo. Tal es así que este domingo, acompañaron a Fabián Herrera tan solo una docena de vecinos.

La mañana fría no amedrentó a aquellos que bien abrigados, acudieron a la estación de servicio para acompañar al padre de Sofía en este día tan triste para la familia y para la ciudad toda. Munidos con carteles que llevan el rostro de la niña, empapelaron las ventanillas de sus automóviles, previo a la partida.

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