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VOLVER A LA RUTINA

Puesta a punto después de las vacaciones, vital para encarar bien todo el año

Las vacaciones, para algunas personas, suelen ser sinónimo de relajación y para otras, de excesos. Por ello, retornar del descanso con algunos kilos de más puede ser muy común. Ante ello, delfuego noticias propone ocho claves para recuperar una dieta sana y un buen estado de ánimo. 

Frutas y verduras como parte preponderante de una dieta sana.
Frutas y verduras como parte preponderante de una dieta sana.
Con la llegada del buen tiempo todo el mundo comenzó su particular batalla para superar lo que dicta el espejo. Pero después de todos esos esfuerzos, llegaron las vacaciones y dejamos de lado todos los buenos propósitos.

Dijimos adiós al gimnasio y a la dieta. Y ahora llegan las lamentaciones. Superar la llamada crisis post vacacional y pensar en volver a comer de forma saludable y en cuidar nuestro cuerpo se nos presenta como una gran cuesta arriba.

¿Qué podemos hacer para recuperar el cuerpo, el ritmo e incluso nuestro ánimo? Quienes entienden del tema proporcionan algunos ‘trucos’ muy fáciles de incorporar en cualquier rutina (y persona).

1. Mire hacia atrás y recuerde lo bien que lo hizo antes del verano: Se sentía contento, orgulloso, ágil, saludable... Su esfuerzo tuvo muy buenos resultados y ahora puede volver a hacerlo. Lo fundamental es adaptar unas pautas sanas de alimentación a su rutina, y no dejar que una dieta esclavice su vida. Es el momento de confiar en uno mismo y prometerse constancia para sentirse bien.

2. Plantéese unos objetivos realistas: En ocasiones pensamos que estar muy delgados es lo más aconsejable pero muchas veces es preferible tener un peso con el que nos sintamos bien y que nos resulte fácil mantener en función de nuestro ritmo de vida.

3. Incluya en su dieta alimentos saciantes: Para que la sensación de hambre tarde más en llegar. Estos son: huevo duro, salvado de avena, queso blanco, atún al natural, sardinas en conserva, sopa con trocitos de verduras y muchos más. Para ello, consulte a un nutricionista.

4. Use condimentos para aderezar los platos de forma sana: Se pueden combinar de muchas maneras para dar sabor. Todos valen excepto la mostaza dulce y el ketchup (a no ser que sea sin azúcar). Las finas hierbas, todo tipo de especias, la mostaza de Dijon, el vinagre (de Jerez, balsámico, aromatizado, etc.), la salsa de soja salada, el ajo, la cebolla...

5. Prepara alimentos aptos para todos: Si a su pareja le gusta (y puede) comer, y sus hijos devoran todo lo que hay encima de la mesa, asegúrese de que en el menú de todos se incluyen alimentos que usted pueda comer sin problema: pollo asado, pescado al horno. Si ellos quieren darse un capricho, procure poner alimentos que no le gusten demasiado a usted para que la ‘envidia’ y la tentación sean menores.

6. ¿Tiene que salir a comer en restaurantes?: Intente ser usted el que elija el lugar. Un asador siempre ofrece la posibilidad de pedir carne sin grasa. Otra posibilidad es pedir dos entradas en lugar de plato principal. Y olvídese del pan, el postre y las bebidas con azúcar. Si después de comer necesita algo dulce tómese un yogur. El té y el café con edulcorante también son útiles.

7. Beba agua: Si es posible, dos litros al día. Antes de cada comida beba dos vasos de agua y empezará con la sensación de no tener el estómago vacío. No solo le ayudará a limpiar el cuerpo por dentro y a sentirse un poco más saciada sino que, además, hidratará su piel a fondo.

8. Es más fácil intentar perder peso si se tiene apoyo: Amigos, familia... tener todo el entorno a favor es importante. Además, contar con la ayuda de un especialista que le asesore y al que pueda plantear sus dudas y confesar sus ‘tentaciones’ es clave.
 

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