PROVINCIALES

MIRADA OBJETIVA

Tres ciudades, tres municipios, tres realidades…

Pasadas las elecciones provinciales que decidieron los nombres que regirán los destinos de Ushuaia, Río Grande y Tolhuin, delfuego noticias analiza el panorama de las tres localidades, todas ellas con realidades bien disímiles pero, paradójicamente, necesidades comunes.

Federico Sciurano, Claudio Queno y Gustavo Melella, Intendentes fueguinos.
Federico Sciurano, Claudio Queno y Gustavo Melella, Intendentes fueguinos.
La elección provincial desarrollada el 26 de junio mostró una particular faceta al momento del conteo de los votos ya que de la decisión popular surgió el singular hecho de que las tres comunas de Tierra del Fuego tendrán continuidad en las gestiones ejecutivas.

Es que Federico Sciurano en Ushuaia y Claudio Queno en Tolhuin revalidaron sus pergaminos y afrontarán la chance de continuar al frente de los municipios al menos por otros cuatro años.

A ello hay que sumarle la victoria de Gustavo Melella que si bien supone un cambio de nombre, en ciertos aspectos se trata de una continuidad en el modelo de gestión ya que Melella era el nombre propuesto por el intendente saliente, Jorge Martín.

Melella y el desafío de su impronta propia


De los tres nombres que surgieron del comicio provincial, quizás sea Gustavo Melella el que afronte el desafío más complejo. Ocurre que tras 12 años de gestión ininterrumpida de Jorge Martín, se plantea la chance de un recambio que para muchos era necesario y esperado.

Sin embargo, Melella ya anunció que se trata de “una continuidad pero con renovación”, hecho que genera expectativas sobre los nombres que lo acompañarán y, sobre todo, de aquellos que puedan continuar.

Melella afronta diversos desafíos y –común a todos los casos- la crisis habitacional sea uno de los que más dolores de cabeza puede traerle. Es que tras la aprobación de la Ley de Expropiación, ahora llega el verdadero desafío: urbanizar las zonas apropiadas de la Margen Sur y mejorar las condiciones de habitabilidad de esa zona.

Será necesario mucho diálogo y, sobre todo, voluntad de trabajo conjunto entre el Gobierno provincial y el Ejecutivo municipal. Por ahora, la forma en que pueda darse la relación entre Fabiana Ríos y Gustavo Melella es toda una incógnita.

Además, Melella deberá lidiar con un Concejo Deliberante heterogéneo, integrado por cinco fuerzas políticas disímiles y en varios, casos, con ediles electos ya que reclaman el Poder absoluto sin tener en cuenta siquiera los procesos consensuados que deben existir en el seno del cuerpo deliberativo.

Sin dudas, son varios los inconvenientes a sortear por parte del novel Intendente. A favor cuenta con su imagen sin desgaste y más que favorable en la sociedad como así también, un perfil dialoguista y anti conflictos, algo que parece haber primado en la preferencia del electorado a la hora de votar.

Sciurano se afianza y avanza

La situación de Federico Sciurano es mucho más clara que la de su par Gustavo Melella. Ocurre que el Intendente radical va por su segundo mandato y obtuvo un rotundo triunfo en las pasadas elecciones, disipando cualquier duda sobre la adhesión de la comunidad hacia su figura.

Su impronta proactiva y la forma expeditiva sobre la que accionó ante algunos inconvenientes que sufrió la ciudad le otorgan un plus a la hora de encarar otros cuatro años de gestión.

Sin embargo, deberá lidiar con los problemas de una ciudad que no cuenta con mucho más espacio físico para seguir creciendo y que por ello, se desarrolla de forma irregular.

A los problemas de vivienda- algo a los que Sicurano le puso el pecho desde el inicio de su gestión- su suma los conflictos por la falta de inversión en obras de extrema necesidad para la ciudadanía.

La falta de agua y los cortes de luz casi constantes son tan solo la punta de un iceberg que empezó a formarse hace más de una década, cuando no se hicieron las obras necesarias para una ciudad que creció exponencialmente.

A ello se le suma la necesidad de un diálogo político más maduro entre el Ejecutivo y el Concejo Deliberante. Todas las miradas están puestas en la conformación del nuevo cuerpo deliberativo, que deja atrás cuatro años de conflictos constantes con discusiones hasta subidas de tono en algunos casos.

Queno y la necesidad de empezar a hacer

Claudio Queno renovó su mandato por otros cuatros años en una comuna como la de Tolhuin, asediada por los problemas institucionales, la falta de recursos propios y los embates de ciertos actores políticos que hicieron de la localidad el patio trasero de su casa.

Así, Queno deberá ponerse al día con uno de los principales reclamos de la pequeña comunidad: la falta de servicios básicos. El asfalto, el agua potable, el gas de red y la luz domiciliaria son los pedidos casi constantes de una comuna que crece en número pero no así en calidad de vida para sus habitantes.

Además, la conflictiva relación –y hasta bochornosa por momentos- entre el Ejecutivo y el Concejo Deliberante atentó severamente contra la institucionalidad de una localidad que depende casi exclusivamente de los fondos coparticipables que envía el Gobierno provincial.

A las constantes pujas políticas por convertirse en ‘patrones de estancia’ se le suma el desorden propio de una gestión casi sin control que en varios momentos tambaleó por el propio peso de su descontrol.

Al igual que en Río Grande y Ushuaia, el Intendente electo mira de reojo la conformación del Concejo Deliberante. Al igual que en Río Grande y Ushuaia, los ediles electos hablan de ‘diálogo’ y ‘consensos’. Habrá que ver si finalmente se da.

Mientras tanto, la comuna de Tolhuin reclama urgente acciones que la conviertan en una localidad pujante y atractiva no solo para el turista, sino además para quienes allí residen fuera de las cuatro cuadras asfaltadas del centro.

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