RIO GRANDE.- La Facultad Regional Tierra del Fuego de la Universidad Tecnológica Nacional (FRTDF-UTN) continúa con su Semana de la Ingeniería, y la jornada de este martes tuvo como protagonistas al ingeniero electricista con orientación industrial, Sergio Amador, y al Ing. Gustavo Núñez. Ambos expertos brindaron una exposición titulada "Generación Distribuida y Etiquetadores de Viviendas", ofreciendo un amplio panorama sobre la importancia de la generación de energía y el potencial de las energías alternativas en la provincia.
En diálogo con Prensa Universitaria, el Ing. Amador, quien se desempeña como profesional independiente, subrayó la relevancia de estas energías renovables, de las que "se ha hablado mucho, no solamente en el ámbito acá académico, en la universidad, sino se habla en general como una de las herramientas a futuro que tiene Tierra del Fuego". Afirmó que ya se han realizado y se siguen llevando a cabo diversas pruebas en la provincia y la región.
Amador enfatizó la importancia de este tipo de charlas para los futuros ingenieros, destacando que son una "excelente herramienta" para la difusión. "Si los futuros profesionales no tienen una conciencia clara de la importancia de esto y de alguna manera de la urgencia de comenzar a tener en cuenta estas cuestiones, estamos perdiendo un tiempo terrible", advirtió. Sostuvo que, aunque Tierra del Fuego es un lugar pequeño en escala, "se pueden hacer todavía muchas cosas para ir ganándole al tiempo y a la pérdida de energía".
El ingeniero alertó sobre la actual "situación complicada energéticamente" que vive la provincia, visible en localidades como Tolhuin y Ushuaia. Explicó que, si bien el cierre de algunas fábricas podría liberar energía disponible en la usina, lo ideal es "que se produzca energía la mínima posible en cuanto al uso de gas, que es un recurso no renovable, y que lo usemos lo más eficientemente posible en nuestros hogares". La charla, precisamente, se centró en la utilización eficiente de la energía, tanto en el ámbito doméstico como industrial.
Amador señaló que, en las industrias, el grado de conciencia sobre el consumo energético varía y a menudo depende de su peso en la estructura de costos del producto final. Sin embargo, enfatizó que "en la medida que la empresa prestadora y que el gobierno incentive u obligue a decir «Señores, no te puedo poner tantas subestaciones, trata de ahorrar un poco de energía, pone paneles solares o usa de repente un horno de soldadura un poco más eficiente», conjugando todas esas cosas se puede tratar de hacer un uso más racional de energía".
Al ser consultado sobre la aparente falta de arraigo de las energías renovables en Tierra del Fuego, pese al potencial de sus recursos como el mar y el viento, y los proyectos universitarios al respecto, Amador reconoció el desafío.
Finalmente, se refirió a la posible aplicación de la Inteligencia Artificial (IA) en este campo. Aunque no se considera un experto, el ingeniero vislumbra un gran potencial. "El monitoreo del consumo energético de los hogares, cuando las boletas ingresan al Proceso de Medio Cooperativo, si eso es monitoreado con la inteligencia artificial puede detectar con mucha más rapidez y más precisión la franja de interés que yo tenga en ver los tipos de consumo, los cambios en los hábitos de consumo", explicó. La IA, argumentó, podría procesar muchísimos más datos y aprender de ellos para optimizar, por ejemplo, el uso de generadores eólicos piloto y diseñar sistemas más eficientes que el cálculo manual. Para la energía eólica, la recolección de datos "numerosos y cercanos" es crucial, y la IA podría ser una "muy buena herramienta para este tipo de cosas", incluso en el diseño y monitoreo de aerogeneradores.
