PROVINCIALES

Boyadjian renunció a su banca y se marcha a Buenos Aires

La Presidente del Concejo Deliberante de Río Grande ya presentó su renuncia al cuerpo deliberativo local y se apresta para asumir su banca en el Senador argentino, en reemplazo del fallecido Jorge Garramuño. La edil mopofista deja un Parlamento en frágil estado, con los números en rojo y con conflictos internos de todo tipo.

Boyadjian deja el Concejo Deliberante para asumir en el Senado nacional.
Boyadjian deja el Concejo Deliberante para asumir en el Senado nacional.
La presidente del Concejo Deliberante de Río Grande, Miriam Boyadjian, renunció formalmente a su cargo como edil de la ciudad para poder asumir la banca que quedó disponible en el Senado de la Nación tras el lamentable deceso de Jorge Garramuño.

Así, deja su lugar en el Parlamento local a menos de tres meses de cumplir su segundo mandato como parlamentaria y después de haber sido candidata a Vicegobernadora por UNIR TDF, la fórmula que integró con el radical Federico Sciurano.

Boyadjian se retira rumbo al Congreso argentino, donde cumplirá los cuatro años que restan del mandato del fenecido Garramuño, y allí se encontrará con su hermana Graciela, quien Diputada por Tierra del Fuego también paradójicamente en reemplazo de Garramuño.

La ahora ex edil presentó su renuncia ayer por la tarde mañana miércoles jurará su banca en la Cámara Alta del Congreso argentino. Su lugar en el cuerpo deliberativo riograndense será ocupado por su cuñado José Viola, quien la reemplazará hasta mediados de diciembre cuando concluye el mandato.

Boyadjian se marcha en un momento muy complejo de la vida institucional del Concejo Deliberante de Río Grande. A la incapacidad para conducir políticamente los destinos del cuerpo se le suman los permanentes conflictos de la ciudad donde el Parlamento no tuvo un rol destacado.

Asimismo, el reciente aumento salarial del 35 % para la planta política -que nunca se supo a ciencia cierta si se aplicó o no- y el desmedido crecimiento de personal pusieron en jaque al Concejo Deliberante que debe capear, ya sin Boyadjian, una crisis que amenaza con agudizarse antes del cierre del período.

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