PROVINCIALES

Pesca ilegal: 44 héroes para tratar de erradicar un negocio millonario

Al momento de su desaparición, el submarino cumplía tareas de monitoreo frente a las costas de la Patagonia. Las embarcaciones que depredan recursos argentinos llegan desde Corea del Sur, Taiwán y España. El daño equivale al 70% de lo que exporta el país en concepto de pescados y mariscos.

Pesca ilegal: 44 héroes para tratar de erradicar un negocio millonario

En los últimos años, una práctica que le genera un gran perjuicio económico y ambiental al país se fue potenciando.

 

En el mar, pasando la barrera invisible de las 200 millas náuticas que delimitan la llamada Zona Económica Exclusiva de pesca, que es jurisdicción total del Estado argentino, existe una flota de buques esperando por cruzar ese límite prohibido.

 

Cada vez que no hay controles y aparece un cardumen de peces que lo amerite, los pescadores ilegales avanzan sobre aguas nacionales.

 

La noticia cobra relevancia si se tiene en cuenta que el submarino ARA San Juan, que desde hace días está perdido en las profundidades del mar con 44 personas, estaba cumpliendo una misión para evitar que estos buques depreden las riquezas del mar argentino.

 

En total, se estima que son más de 450 embarcaciones las que cada año realizan estas maniobras ilegales frente a la Patagonia, lo que les permite llevarse más de medio millón de toneladas de pescados y moluscos.

 

Del total extraído del Mar Argentino, prácticamente la mitad corresponde a ejemplares de Illex Argentinus, una variedad de calamar endémica que habita en la plataforma y que, además de su valor comercial, resulta un factor clave para la supervivencia del ecosistema del Atlántico Sur, dado que sirve de alimento para merluzas, cachalotes, pingüinos, delfines y elefantes marinos, entre otras especies.

 

El volumen de lo que mueve esta actividad, según relevamientos de especialistas locales y de organizaciones como la FAO -dependiente de las Naciones Unidas-, impacta: son alrededor de u$s1.000 millones anuales.

 

Para ponerlo en perspectiva, esto equivale al 70% de lo que el país exporta anualmente en concepto de pescados y mariscos.

 

Este nivel sitúa a la Argentina como una de las cuatro naciones más afectadas por esta actividad ilegal que, en todo el mundo, mueve unos u$s23.000 millones.

 

Así, en un contexto en el que la riqueza ictícola se contrae en todas latitudes, el Mar Argentino se convierte en un imán para embarcaciones que reciben beneficios de sus propios gobiernos.

En su mayoría, son naves pertenecientes a China, Corea del Sur, Taiwán y España.

 

Se trata de una "armada predatoria" que se aprovisiona de combustibles y víveres en el puerto de Montevideo, donde también descargan parte de su captura en otros buques equipados con cámaras de frío.

 

"China y España, son países que pagan el combustible de estos barcos como una política de Estado. Además, España exime de impuestos a estas compañías cuando se lanzan a pescar fuera de los límites de ese país", explicó a iProfesional Milko Schvartzman, especialista en conservación marina.

 

"Tenemos naciones que alientan a empresas a pescar en la Argentina y esto explica por qué hay más incidentes entre barcos de Prefectura y estos navíos", amplió.

 

El ARA San Juan, clave

Convocado para realizar tareas de vigilancia ante una problemática fuera de control, el submarino ARA San Juan cumplía funciones de monitoreo y notificación de buques clandestinos cuando tuvo lugar su desaparición en aguas patagónicas.

 

Si bien esta actividad no era la más habitual, dado que la protección de la Zona Económica Exclusiva de pesca corresponde a Prefectura, la copiosa cantidad de unidades extranjeras que se reúnen al borde del límite marítimo derivó en la decisión del Gobierno de hacer intervenir a fuerzas militares.

 

"Efectuar controles con submarinos no es lo más usual, pero desde que la presencia de buques dentro de nuestros límites se intensificó, comenzó a volverse un poco más común. Su utilización es una muestra más de que la problemática de la actividad ilegal es un problema grave", aseguró a iProfesional un experto en política pesquera, en estricto off the record.

 

Schvartzman coincidió con este argumento: "La información oficial en torno al ARA San Juan expone que estaba en plena misión para controlar los recursos ictícolas de la Argentina. Esta práctica ilegal llega a tal punto que cada vez se necesitan más embarcaciones".

 

En uno de sus últimos partes, el vocero de la Armada, Enrique Balbi, confirmó que "el submarino estaba en tránsito de Ushuaia a Mar del Plata, en una ruta directa, y se encontraba cerca del límite de la zona económica exclusiva, ejerciendo el control de soberanía que hace cualquier unidad de la Armada".

 

La fuerza también cuenta con una Escuadrilla Aeronaval de Exploración, que suele realizar vuelos de monitoreo, utilizando radares y dispositivos electrónicos para determinar la posición de los buques.

Fuente: Iprofesional.com

¿Compartís la nota?