USHUAIA.- El histórico buque rompehielos de la Armada Argentina, el Almirante Irízar, emblema de las campañas de expedición en la Antártida, zarpó desde Ushuaia con rumbo a la Antártida donde realizará las primeras pruebas de preparación para su vuelta definitiva, informaron fuentes oficiales.
"Estamos entrando en la última etapa de un largo proceso que concluiría con el retorno del rompehielos al servicio de nuestra Armada para llevar a cabo de aquí en más las misiones en la Antártida", expresó el ministro de Defensa argentino, Oscar Aguad.
El titular de Defensa continuó que pese a que no ha sido fácil pero que se siente "orgulloso por el trabajo y el esfuerzo realizado por todos los sectores que intervinieron en este desafío de recuperar este emblemático buque con medios nacionales".
Desde su vuelta al mar el pasado julio tras el incendio que lo mantuvo varado durante diez años, el Rompehielos ha realizado navegaciones de prueba por distintos puntos de la costa argentina, y el Gobierno ya da por culminadas las pruebas de mar (SAT).
"Con un equipo de técnicos del astillero Tandanor a bordo, atravesará el pasaje de Drake para enfrentarse a packs de hielo de diferentes espesores y concluir así todas sus pruebas antes de ser entregado formalmente a la Armada Argentina", explicó el ministerio de Defensa en un comunicado.
El objetivo de estas pruebas es comprobar que el buque polar puede navegar en aguas frías y de hielo de diferentes características, y así verificar que el proceso de reconstrucción y modernización al que fue sometido fue efectivo.
Desde principios de 2010, el astillero de la empresa Tandanor se hizo cargo de la reconstrucción del buque, y según el ministerio argentino, el jefe de Pruebas de la empresa Tandanor, José Luís Pérez Varela, declaró que el barco realizará dos tipos de pruebas sobre dos espesores de hielo.
El primer tipo de pruebas constarán en la navegación en campo de hielo plano a velocidad y potencia constante para determinar la capacidad continua de rotura del buque hasta un metro de espesor uniforme.
Por otra parte se determinará la fuerza de introducción al hielo de un espesor superior a tres metros por "impacto o ramming".
El incendio
La madrugada del 10 de abril de 2007, un incendio se desató en el compartimiento de generadores cuando el barco estaba a 250 kilómetros de la costa.
Hasta este accidente, el buque estuvo dirigido por el capitán Guillermo Tarapow, quien prácticamente no lo abandonó durante la tragedia.
Los 296 tripulantes del rompehielos, que fueron evacuados sin inconvenientes, permanecieron entre cinco y siete horas en botes salvavidas y dos pesqueros los trasladaron a la sureña ciudad de Puerto Madryn.
Fuente: EFE
