La Cámara baja convirtió en ley la reforma de la fórmula de la actualización de las jubilaciones al cierre de doce horas de un debate agitado, con fuertes cruces e infructuosos llamados de la oposición para levantar la sesión igual que el pasado jueves. El Gobierno pretende ahorrar unos 60.000 millones de pesos en 2018 con esta norma.
El Gobierno se alzó con la aprobación de la reforma luego de una jornada con incidentes y enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad, que terminó con 162 heridos, entre ellos 88 policías, y 61 detenidos. Anoche hubo cacerolazos en distintos barrios de la Capital y una multitud se concentró en la Plaza Congreso.
El jefe del interbloque Cambiemos, Raúl Negri, que no defendió el proyecto en el recinto, condenó los hechos de violencia y reconoció que el resultado fue "ajustado". "Es un tema sensible. Cuando pasen los días el Gobierno tendrá que explicar bien, hablarles a los argentinos. El sistema previsional está en terapia intensiva hace años. No estoy buscando culpables", sostuvo.
La iniciativa impulsada por el Gobierno atravesó un arduo período de negociaciones, con líderes peronistas y mandatarios provinciales para conseguir el apoyo requerido para ser aprobada.
Durante la madrugada, Cambiemos rechazó un planteo realizado por la jefa del bloque del frente Federal Unidos por Una Nueva Argentina, Graciela Camaño, para que el proyecto de ley de reforma previsional volviera a comisión.
"Lo que paso durante todo el día fue terrible. En las calles está pasando algo y no podemos estar ajenos a eso, tenemos que tener un gesto", sostuvo. El planteo fue rechazado por 127 votos a 107.
La nueva fórmula, que se aplicaría cada tres meses, no contempla la inflación del último trimestre de este año. Por eso, tras una reunión con los gobernadores el pasado viernes después de la fallida sesión del jueves, el Gobierno prometió otorgar un bono compensador en marzo que, según asegura, alcanzaría a 10 millones de jubilados y beneficiarios de la AUH.