PROVINCIALES

REFLEXION

El voto a conciencia… ¿Utopía o realidad?

Los fueguinos marcharemos a las urnas a elegir qué destino queremos para nuestra provincia. En ese contexto, y con la responsabilidad que requiere, delfuego noticias ensaya algunos parámetros a tener en cuenta a la hora de emitir un voto que, necesariamente, debe ser hecho a conciencia.

Votas, una responsabilidad mayúscula, pero también un privilegio.
Votas, una responsabilidad mayúscula, pero también un privilegio.
El 26 de junio será uno de los días más importante de la corta historia provincial de Tierra del Fuego. El pueblo tendrá la oportunidad de renovar sus gobernantes, afortunadamente, en forma libre.

En toda la provincia se elegirá a quienes conduzcan los destinos de Tierra del Fuego por los próximos cuatro años. Hay más de mil candidatos para elegir: seis fórmulas para la gobernación, un número similar de candidatos a Intendente de Ushuaia, una docena en Río Grande y una cantidad parecida en Tolhuin. Además, competirán más de 500 candidatos a Legisladores y la cifra de candidatos a Concejales en las tres localidades se aproxima bastante a ese número. Opciones no faltan.

Como ya se ha dicho en otras oportunidades, la democracia es un ideal universalmente reconocido y un objetivo basado en valores compartidos por los pueblos que componen la comunidad mundial, cualesquiera sean sus diferencias culturales, políticas, sociales y económicas.

El voto es un derecho fundamental y se debe poder ejercerlo en condiciones de libertad, igualdad, transparencia y responsabilidad. Se suele decir que es el acto fundamental de la democracia, porque es la forma en la cual el ciudadano puede seleccionar a quienes lo van a representar en el próximo período de gobierno.

Durante los tiempos previos a la elección, se ha hecho hincapié en la apatía del electorado fueguino por los comicios y en el desconocimiento general respecto del perfil de los candidatos y de sus propuestas.

Gran parte de la sociedad aún continúa indecisa y decidirá su voto al momento de estar parados frente a las boletas en el cuarto oscuro. Además, gran parte de la gente se inclina por los candidatos y no por los partidos políticos a la hora de votar.

Ello refleja la precariedad de nuestra calidad institucional. Los partidos políticos, que son una de las bases fundamentales del sistema republicano, tienden peligrosamente a desaparecer y sólo se conforman alianzas circunstanciales, para competir electoralmente entre dirigentes de distinta extracción y, a veces, poco afines políticamente.

Uno de los aspectos más importantes de toda democracia es la participación. A la hora de sufragar, antes de entrar al cuarto oscuro, el ciudadano debe pensar que no sólo está cumpliendo una obligación constitucional, sino que debe darle sentido a su voto; debe considerar que su sufragio va a premiar o a castigar a aquellos postulantes que hayan o no concretado sus promesas, en el caso de los que buscan ser reelectos, y pensar si los que se candidatean por primera vez poseen la preparación suficiente.

Es importante que el ciudadano evalúe la capacidad y los méritos de cada candidato; si, por ejemplo, estos van a cumplir una labor digna en el ámbito al que aspiran y van a concretar los proyectos que pregonaron, asegurando que beneficiarán a toda la comunidad.

Además, quien vote deberá evaluar si por el contrario, los candidatos electos van a atravesar su gestión sin pena ni gloria, es decir, sin cumplir la misión para la cual han sido elegidos, como ha sucedido más e una vez en nuestra incipiente provincia.

El mejor voto es el que se emite por convicción, no por uno para que no gane el otro. Si las propuestas de las agrupaciones hegemónicas no convencen, siempre se puede apelar a otras fuerzas que desean tener la posibilidad de entrar en juego.

Al elegir un Gobernador –o Gobernadora- como así también un Intendente, se debe pensar qué queremos para los próximos cuatro años y el mejor modo de hacerlo es sufragando a conciencia.

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