PROVINCIALES

A 42 AÑOS DE LA TRAGEDIA

Emotivo el acto por el aniversario del Hundimiento del ARA Belgrano

Este jueves 2 de mayo se realizó el acto conmemorativo en honor a las víctimas por el hundimiento del Crucero A.R.A. “General Belgrano” durante la guerra de Malvinas. 

Emotivo el acto por el aniversario del Hundimiento del ARA Belgrano

RIO GRANDE.- En horas de la tarde de este jueves 2 de mayo, en el monumento dedicado a los 323 Héroes del Crucero A.R.A. “General Belgrano” de esta ciudad, se llevó a cabo la ceremonia para conmemorar el 42° aniversario del hundimiento. El evento fue presidido por el comandante de la Fuerza de Infantería de Marina Austral, Capitán de Navío de IM D. Héctor Antonio Herrera y contó con la presencia de autoridades del Municipio de Río Grande, Ariel Rodríguez, director General de Cooperación y Asuntos Estratégicos y Hugo Martínez, director de Asuntos Relativos a Malvinas, Atlántico Sur y Antártida.

Durante la ceremonia, el Capitán de Corbeta IM D. Marcelo José Daniel Rojos pronunció un discurso emotivo, recordando las valientes acciones de los marinos que sirvieron en el crucero durante la guerra de Malvinas. Recordó el fatídico día en que el buque fue sacudido por una poderosa explosión, seguida por otra, que cobró la vida de 323 hombres y marcó un triste capítulo en la historia de la nación.

Rojas destacó la importancia de mantener viva la memoria de aquellos que sacrificaron sus vidas por una causa justa, subrayando que "recordar es un acto de justicia y gratitud hacia aquellos que nos precedieron".

En tanto, el Párroco Luis Azcona ofreció una invocación religiosa en memoria de los caídos, mientras que representantes de la Armada Argentina, el Gobierno Provincial, el Municipio de Río Grande y el Centro de Veteranos “Malvinas Argentinas” colocaron ofrendas florales en el monumento.

El evento contó con la presencia de autoridades de la Fuerza de Infantería de Marina Austral, la Base Aeronaval Río Grande “Pioneros Aeronavales en el Polo Sur”, el Batallón de IM. N°5 Ec. y el Destacamento Naval Río Grande, así como representantes de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, el Centro de Veteranos de Guerra, el Gobierno Provincial, el Municipio de Río Grande, familiares de los héroes del A.R.A. “General Belgrano” e invitados especiales.

Luego de finalizada la ceremonia y en contacto con la prensa, Liliana Giles, viuda de Mario Trocello, uno de los tripulantes del crucero, visiblemente emocionada señaló que cada 2 de mayo “es una fecha que siempre nos conmueve profundamente. A pesar de estar a 3.000 kilómetros de distancia, sabemos que en otros lugares, en este mismo momento, también se está recordando. La memoria de aquellos días nunca se desvanece; siempre está presente en nuestros corazones”.

Al referirse a Mario Trocello, dijo que “tuvo la fortuna de sobrevivir, de tener una segunda oportunidad en la vida. Pero esa oportunidad estuvo marcada por la enfermedad que lo aquejaba desde que cumplió 20 años durante su servicio en Malvinas. A pesar de la lucha incansable contra la enfermedad, lamentablemente, nos dejó hace algunos años”.

Sin embargo, “su legado perdura en nosotros, en cada relato que compartimos con otros veteranos y familiares. Cada año, aprendemos un poco más sobre su experiencia a bordo del crucero, aunque él no pudiera contarnos mucho. Lo recordamos como el héroe que fue, un sobreviviente que enfrentó batallas tanto en el campo de batalla como contra su propia salud”.

Liliana Giles se alegró porque “después de 40 años, Río Grande sigue honrando la memoria de aquellos que sirvieron en Malvinas como si el suceso hubiera ocurrido ayer. La comunidad no olvida, y año tras año, incluso durante tiempos difíciles como la pandemia, sigue rindiendo homenaje a los héroes que dieron todo por su patria. Este lugar que elegimos para vivir no solo es nuestro hogar, sino también un recordatorio constante del sacrificio y la valentía de quienes estuvieron en Malvinas”.

El hundimiento del Crucero General Belgrano
Los 1093 tripulantes del crucero General Belgrano se aprestaban a soportar el mal clima. Nubarrones, oscuridad, vientos fuertes. Era 2 de mayo de 1982, por la tarde, en plena Guerra de Malvinas. Sin previa alerta, el buque se sacudió violentamente. Se sintió una tremenda explosión y se cortó la energía. De pronto, comenzó a elevarse por una de las puntas, cuando se escuchó una segunda explosión: faltaban 15 metros de barco en la proa. El fuego y el olor a quemado invadieron a los marinos argentinos.

En medio del caos ensordecedor y la oscuridad, comenzaron a utilizarse las balsas salvavidas. Los heridos se contaban por todas partes, siendo llevados en hombros por quienes conservaban el equilibrio, cuando el barco alcanzaba una inclinación ya de 20 grados y era necesario agarrarse de cuanto estuviera amarrado a la estructura, hasta que sin demora, se escuchó el grito de “¡Abandonen el buque!” y, minutos más tarde, mientras el hundimiento proseguía, con ruido de explosiones y una humareda blanca que se perdía en el cielo cada vez más oscuro, desde las balsas que habían podido alcanzarse se escuchaba: “¡Viva el Belgrano!”

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