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TENSA ASUNCIÓN

UCR: Guerra interna y ruptura partidaria

La nueva conducción de la Unión Cívica Radical (UCR) arrancó con un fuerte conflicto interno, lo que desató una guerra que quedó al descubierto durante el acto de asunción de las nuevas autoridades. 

UCR: Guerra interna y ruptura partidaria

RIO GRANDE.- La asunción de las nuevas autoridades de la Unión Cívica Radical (UCR) se convirtió en el escenario de una encarnizada disputa interna. Las tensiones previas a la elección de la conducción no solo no se apaciguaron, sino que estallaron en el acto de asunción lo que generó una ola de rechazo y preocupación dentro del partido.

El evento, que debía ser una celebración, se vio empañado por la asistencia de autoridades del Movimiento Popular Fueguino de la mano de la presidente del Concejo Deliberante Guadalupe Zamora y del Forja en la figura de los concejales Federico Runin y Lucía Rossi, lo cual fue recibido con malestar por diversos sectores del radicalismo. Las peleas y discusiones entre los miembros de la lista oficialista y sus contrincantes llegaron a tal punto que la Lista 7 emitió un comunicado en el que tildaron al flamante presidente de la UCR de "mentiroso, autoritario y abusador".

El comunicado, firmado por la Línea interna Construcción Radical de la Lista 7, liderada por Patricia Pacheco, legisladora provincial y concejal (mc), expresó un "enérgico repudio" hacia los hechos ocurridos antes, durante y después del acto de asunción.

En diálogo con este medio, Patricia Pacheco explicó que las diferencias surgieron durante las internas partidarias, cuando su línea interna manifestó su desacuerdo con la campaña de Juntos por el Cambio, liderada por Pablo Blanco en ese momento. “No nos íbamos a poder poner de acuerdo nunca”, afirmó Pacheco, subrayando la enemistad que se volcaba hacia su grupo.

Pacheco denunció comportamientos irrespetuosos y desagradables hacia su línea, especialmente hacia las mujeres, durante las internas. Las tensiones se agudizaron cuando se presentaron a la entrega de diplomas, observando la presencia de militantes de otros partidos en un acto que consideraban exclusivo para los afiliados radicales.

La crisis se profundizó cuando, en la convención partidaria, la lista oficialista no respetó los acuerdos pactados. “Rompieron el acuerdo”, dijo Pacheco, detallando cómo sus convencionales se levantaron y se retiraron en señal de repudio por la falta de respeto y seriedad.

Pacheco también resaltó la falta de experiencia y respeto por la democracia del nuevo presidente, Maximiliano Ybars y al presidente del Comité Departamental, Lisandro García Vieyra. “El partido no le pertenece a una o dos personas”, afirmó, acusando a Ybars y a sus dos o tres acompañantes de manejar el partido como una entidad personal y desconsiderando a aquellos con trayectoria y experiencia dentro del radicalismo.

La situación ha generado una profunda división dentro de la UCR, con militantes de ambos bandos y neutrales manifestando su descontento con la nueva conducción. La guerra interna parece lejos de resolverse, y la lucha por el control y el respeto dentro del partido promete continuar.

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